Salud
Alzhéimer: el hábito que podría indicar que se padece la enfermedad
En Estados Unidos, unas 5,8 millones de personas de 65 años o más viven con enfermedad de Alzheimer.
El alzhéimer es una enfermedad a la que muchos le temen, esto porque en etapas avanzadas se tiende a olvidar, incluso, quienes son nuestros más queridos familiares, por lo que en laboratorios alrededor del mundo se están llevando a cabo estudios para entender mejor el diagnóstico, así como prevenirlo y opciones de tratamiento para aquellos que están actualmente sufriéndolo.
Entre tanto, hay algunas señales que se pueden presentar al avance de esta enfermedad, y que pueden advertir a la población sobre los riesgos, además de ayudar a un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Según un estudio de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, los adultos mayores que tienden a tomar siestas largas, es decir, de más de dos horas pueden llegar a ser un signo de este padecimiento.
“Las siestas durante el día y la enfermedad de alzhéimer parecen fomentar los cambios mutuos de forma bidireccional... Ahora sabemos que la patología relacionada con el deterioro cognitivo puede causar otros cambios en la función... Es realmente un trastorno multisistémico, que también incluye dificultad para dormir, cambios en el movimiento, cambios en la composición corporal, síntomas de depresión, cambios de comportamiento, etcétera”, afirmó Yue Leng, quien sería la autora principal del estudio, según recoge el medio argentino Todo Noticias, haciendo referencia a los cambios que se presentaron en el estudio, y que podrían dar luz sobre este comportamiento en los pacientes.
Al parecer, en el estudio se dieron cuenta de que a lo largo del tiempo, los voluntarios aumentaban en aproximadamente 11 minutos por año en aquellos que no desarrollaban ningún problema cognitivo. Sin embargo, este mismo número se se duplicaba luego que el paciente se le diagnosticara un deterioro leve, pero se triplicaba el tiempo de sueño cuando los voluntarios tenían demencia y alzhéimer.
Esta enfermedad tiene un avance lento, pero progresivo, siendo un tipo común de demencia que afecta el desarrollo de las actividades diarias de las personas que la padecen. Según explica el portal Mayo Clinic, la enfermedad hace que el cerebro se encoja gradualmente y de esta forma van muriendo neuronas, por lo que se afecta tanto el pensamiento, como las habilidades del lenguaje y sociales de los pacientes.
“En Estados Unidos, unos 5,8 millones de personas de 65 años o más viven con enfermedad de alzhéimer. De ellas, el 80 % tiene 75 años o más. De los aproximadamente 50 millones de personas con demencia en todo el mundo, se estima que entre el 60 % y el 70 % padecen enfermedad de alzhéimer”, aseveró el portal estadounidense, haciendo referencia al porcentaje de personas, así como las edades más recurrentes, de personas que padecen esta condición.
Según la Alzheimer’s Association, una de las primeras señales sería el olvidar pequeños detalles de la vida cotidiana, como las fechas importantes, información que se acaba de aprender, pero que se dificulta recordar, por lo que otras personas tendrían que intervenir para lograr completar.
Como segundo síntoma, la organización recalcó que las personas tienden a tener problemas para ejecutar operaciones matemáticas. “Algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Pueden tener dificultad en seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales. Pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo hacer cosas ahora que antes”, aseveró, afirmando que este tipo de situación se puede presentar en todos los ámbitos, tanto en el trabajo, como en la cocina o con simples ocasiones rutinarias.