Vida Moderna
Alzheimer: el síntoma que pasa desapercibido
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores.
A pesar de que con el pasar de los años hay mayor probabilidad de tener problemas de memoria, el Alzheimer no es una parte normal o natural del envejecimiento. Esta enfermedad es el resultado de cambios complejos en el cerebro que puede afectar la calidad de vida de una persona.
De hecho, varios estudios han señalado que en dicha cambios influye los patrones de sueño, por lo que se vincula con un mayor riesgo de Alzheimer y puede ser el primer síntoma de esta afección. No obstante, los síntomas comunes que caracterizan esta afección son cambios en la memoria, desafíos en la planificación o resolución de problemas; dificultad para completar tareas familiares; confusión con el tiempo o el lugar; problemas para comprender las imágenes visuales y las relaciones espaciales; nuevos problemas con las palabras al hablar o escribir; extraviar cosas y perder la capacidad de volver sobre los pasos y cambios en el estado de ánimo y la personalidad.
Por su parte, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que “los problemas de sueño y la enfermedad de Alzheimer a menudo van de la mano”, por lo que se debe prevenir ese mal hábito.
Además de estas investigaciones, el portal web Urgencias 24 detalla que el Instituto Europeo del Sueño, por ejemplo, se refiere al vínculo entre la falta de sueño y las primeras etapas del Alzheimer. “Las investigaciones científicas demuestran que mientras el insomnio está asociado al riesgo de desarrollar Alzheimer, las primeras fases de la enfermedad propicia la aparición de algunos trastornos del sueño”.
También, un estudio del Barcelonaβeta Brain Research Center de la Fundación Pasqual Maragall, descubrió que “la mala calidad del sueño podría ser un factor de riesgo para desarrollar Alzheimer o podría ser un primer síntoma de la enfermedad”
Falta de sueño y Alzheimer
Específicamente, una investigación que hace parte del el Estudio Alfa, impulsado por “la Caixa” observó a más de 1.600 personas, que tenían entre 45 y 75 años, sin síntomas cognitivos y, en su mayoría, tenían antecedentes familiares de Alzheimer.
Los investigadores analizaron el rendimiento cognitivo de los voluntarios, algunos con insomnio y otros no. Como resultado, hallaron que las personas con insomnio presentan cambios en la estructura cerebral similares a los que se producen en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer.
“En las resonancias magnéticas cerebrales realizadas a los participantes se encontraron diferencias significativas en la estructura cerebral entre los que padecían insomnio y los que no”, indica la Fundación Pasqual Maragall.
Sin embargo, los expertos aclaran que “esto no significa que todas las personas con insomnio vayan a desarrollar la enfermedad, sino que el insomnio puede ser un factor de riesgo más”.
¿Cómo tener una buena higiene del sueño?
De acuerdo con el portal web Elsevier, dormir adecuadamente reduce las tasas de enfermedades crónicas degenerativas. Por ello, da a conocer algunos hábitos saludables para mantener una buena higiene del sueño:
- Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
- Tener siestas que no excedan los 45 minutos de sueño diurno.
- Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
- Bloquear todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de luz posible.
- Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
- Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
- Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse.
- Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse.