Covid-19
Amalia Rosa Matapí, trabajadora de servicios generales, primera vacunada de Leticia, Amazonas
La vacunación en el departamento fronterizo con Brasil comenzó tras la recepción de más de 20.000 biológicos de Sinovac. SEMANA habló con la primera trabajadora del Hospital San Rafael de Leticia en recibir la dosis.
A las siete de la mañana del miércoles comenzó la inmunización de la población del departamento de Amazonas, específicamente en el municipio de Leticia y la primera persona en recibir el pinchazo de CoronaVac, el biológico de Sinovac, fue Amalia Rosa Matapí Miraña, una trabajadora de servicios generales del Hospital San Rafael de Leticia.
En conversación con SEMANA, explicó que se crió en la zona no municipalizada de La Pedrera y hace parte de la etnia matapí, pero hace más de tres décadas se radicó en Leticia. Tiene 53 años y lleva 21 trabajando en el área de aseo de la institución pública del departamento.
“Me siento bien, me siento bien, le doy gracias a Dios que llegó esta vacuna acá al Amazonas, a ver si terminamos esta pandemia”, dijo, añadiendo que se siente más tranquila y más segura, porque es un área muy peligrosa. No sabe cuándo recibirá la segunda dosis, pero está entusiasmada.
A pesar del impacto de la covid-19 sobre el departamento, Amalia Rosa no se contagió. Si bien estuvo constantemente expuesta, razón por la que está priorizada en la primera etapa de vacunación, pudo protegerse de la infección y siempre el resultado de sus pruebas ha dado negativo.
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En la primera ola de la covid-19, aquella en la que el país posó sus ojos sobre el departamento que afrontaba una crisis sin precedentes que destapó más de un problema en el funcionamiento y la atención en salud, la primera vacunada de Leticia debía asear el área de urgencias.
Este miércoles su turno comienza a la una de la tarde y termina a las siete de la noche, el jueves tiene que trabajar en la noche, de siete de la noche a siete de la mañana, 12 horas, según cuenta sobre su jornada laboral, ahora en el área covid-19 del hospital. Cuando sale un paciente, cuenta que lo primero que hacen es fumigar, para que después ella pueda “baldear” y trapear, secar, dejar todo limpio, para que siga la siguiente persona.
“Tengo un hijo en Bogotá que está por venirse, pero como no hay vuelos...Tengo mi hija acá, mis tres nietecitos, mi esposo. Estoy esperando la vacuna también para ellos”, dice y según sus cuentas, su esposo estará recibiendo la dosis “por ahí” el próximo lunes, puesto que en el departamento se aplicará una medida excepcional en la que el objetivo es vacunar a toda la población adulta, en el menor tiempo posible. De esta manera, los vuelos a Leticia, suspendidos por decisión del Gobierno, podrían reanudarse en menos tiempo.
De hecho, es conocido que algunas comunidades indígenas de la zona no quieren vacunarse, pero Amalia Rosa sostiene que les diría “a gritos” que lo hagan, “les he dicho que eso no duele, que eso es una vacuna normal, como cualquier vacuna”.
El departamento del Amazonas ha sido uno de los más golpeados por la pandemia de covid-19. Su capital, Leticia, es el municipio con mayor tasa de incidencia de coronavirus por 100.000 habitantes del país.
A pesar de que la situación mejoró por algunos meses de 2020, en medio de un pobre sistema de salud y ninguna unidad de cuidados intensivos, entre diciembre y febrero los casos y hospitalizaciones incrementaron, como también los traslados de pacientes a departamentos con capacidad de atender personas graves.
Recientemente, el Gobierno tomó la decisión de crear un cerco epidemiológico para proteger de la variante P.1. detectada en Brasil a la población de los municipios o zonas urbanas del departamento: Leticia y Puerto Nariño, así como Inírida, en Guainía y Mitú, en Vaupés. Por esa razón, el martes fueron enviadas 45.000 dosis del primer lote de 192.000 de Sinovac que llegó al país tres días antes.