Vida Moderna
Ambliopía u ojo perezoso en adultos: ¿cuáles son sus síntomas y cómo corregirlo?
La ambliopía no presenta síntomas específicos por lo que se recomienda acudir al médico de confianza anualmente.
La anomalía de ojo perezoso o ambliopía es una afección que consiste en una pérdida de la agudeza visual sin una causa fisiológica aparente. Sin tratamiento este malestar puede suponer una pérdida significativa de la visión.
En los casos graves y de acuerdo con el blog especializado de la Clínica Baviera, las personas experimentan una pérdida de visión binocular. Esto es la capacidad de calcular la profundidad de los espacios y ambientes. Esta afección es bastante complicada porque a pesar de que puede presentarse en un solo ojo, el “ojo bueno” puede verse afectado también debido al doble esfuerzo que debe hacer.
Para evitar este problema, es necesario tener consultas con un experto anualmente, en especial cuando son pequeños, pues los expertos aseguran que este problema se puede tratar y regular durante la infancia en especial los primeros años, pues en la adultez es difícil de corregir.
¿Presenta síntomas?
Esta enfermedad no presenta síntomas, por lo que no se puede detectar fácilmente. Sin embargo, los expertos señalan que para descartarla se debe llevar a la persona a consulta de manera regular. Las consultas deben ser periódicas, de esta forma se podrá descartar el riesgo de un cuadro de ojo perezoso. Además, esta práctica podrá prevenir otro tipo de enfermedades que guardan una estrecha relación con esta.
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Tratamiento
Las posibilidades de operar un ojo perezoso en adultos son reducidas, por lo que el portal señala que la mejor alternativa para mitigar los efectos de esta anomalía es realizar una serie de ejercicios que estimulan los cambios neuronales y mejoran la visión.
Los expertos recomiendan reforzar los músculos oculares con el fin de trabajar en esas anormalidades que provocan problemas de visión. Esta gimnasia visual u ortóptica ayuda a “corregir alteraciones de motilidad ocular, fortaleciendo los seis músculos responsables de los movimientos oculares para permitir que trabajen coordinadamente”, explica la optómetra Diana Ayala.
Tradicionalmente, la ortóptica se ha utilizado como terapia para los pacientes con estrabismo u ojo desviado y para tratar la ambliopía u ojo perezoso. Sin embargo, actualmente su uso se ha ampliado a estudiantes y trabajadores pues la fatiga visual se ha vuelto un tema común por las extensas jornadas frente a los rayos emitidos por las pantallas, trabajar con poca o demasiada luz, no usar gafas, ni hacer pausas activas. “La fatiga visual no es una patología, sino una consecuencia de haber exigido de forma excesiva los ojos cuando se hacen actividades en visión próxima”, explica Ayala.
Si una persona presenta algunos síntomas como dolor de cabeza frecuente, falta de concentración, sensación de mugre o enrojecimiento de los ojos, dificultad para seguir la lectura y somnolencia, es candidato para acudir a la gimnasia visual. “Se debe acudir a la consulta de optometría para que el profesional haga un examen juicioso y de acuerdo a los resultados haga la remisión a la ortóptica. De acuerdo a cada caso, se diseña un programa de ejercicios para mejorar la motilidad ocular”, recomienda la experta.
Como toda rutina, los resultados no se ven sin constancia, ni sin hacer un esfuerzo mejorar los hábitos poco saludables. Por ello, es importante complementar esta gimnasia visual con otros cuidados como una alimentación balanceada y prestar más atención a la protección de los ojos con el uso de lentes que impidan el paso de la luz azul y rayos ultravioleta del sol, que es nociva para la vista, así como mantener los ojos hidratados y hacer con frecuencia pausas activas durante la jornada laboral. “Uno de nuestros sentidos más importantes es la visión, es por eso que tener una cultura de autocuidado te permite conservarla por mucho tiempo”, afirma Ayala.
También es bueno dirigir la mirada hacia el horizonte durante veinte segundos para relajar e hidratar los ojos. Otro ejercicio es cerrar muy fuerte los ojos para mejorar la circulación de la sangre en la zona y evitar la automedicación. Y, finalmente, aconseja chequear la visión de los niños cada año, pues “una de las principales causas de desatención en el colegio es la falta de corrección visual”, añade.