Vida Moderna
Anemia: el menú ideal para prevenirla
En adultos mayores, la anemia está relacionada con un alto riesgo de muerte.
Una dieta alimenticia saludable ayuda a prevenir diferentes enfermedades, pero además, cuando una afección ya atacó a una determinada persona, una sana nutrición también es clave para contrarrestar cualquier trastorno, incluido la anemia.
“La anemia es una afección en la cual carecen de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. La anemia, también conocida como nivel bajo de hemoglobina, puede hacer que te sientas cansado y débil. Existen muchas formas de anemia, cada una con su propia causa”, explica el portal de Mayo Clinic.
De acuerdo con Medline Plus, estos son los diferentes tipos de anemia que existen:
- Anemia por deficiencia de vitamina B12.
- Anemia por deficiencia de folato (ácido fólico).
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Anemia por enfermedad crónica.
- Anemia hemolítica.
- Anemia aplásica idiopática.
- Anemia megaloblástica.
- Anemia perniciosa.
- Anemia drepanocítica.
- Talasemia.
“La anemia puede ser temporal o prolongada y puede variar de leve a grave. En la mayoría de los casos, la anemia tiene más de una causa. Consulta con el médico si sospechas que tienes anemia. Puede ser una señal de advertencia de una enfermedad grave”, agrega Mayo Clinic.
Ahora bien, como se enfatizó, una dieta alimenticia saludable puede tanto prevenir como combatir la anemia. Por ello, es necesario que el menú diario se componga de alimentos ricos en diferentes nutrientes. El portal Nuevas Evas recomienda los minerales que debe contener un menú para contrarrestar la afección:
- Cobre.
- Ácido fólico.
- Riboflavina.
- Tiamina.
- Vitamina C.
- Vitamina E.
- Zinc.
- Hierro.
Asimismo, el sitio incluye que, “según un estudio en la Universidad de León, el consumo diario de aceite de oliva, y de 5 frutas, verduras de hoja y legumbres durante tres veces por semana, cubre las necesidades nutricionales de una persona con anemia”.
Factores de riesgo de la anemia
Medline Plus explicó los factores de riesgo de padecer la enfermedad incluyen:
- Trastornos intestinales: Tener un trastorno intestinal que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado, como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca, pone en riesgo de anemia.
- Menstruación: En general, las mujeres que no han tenido menopausia tienen un mayor riesgo de anemia por deficiencia de hierro que los hombres y las mujeres posmenopáusicas. La menstruación causa la pérdida de glóbulos rojos.
- Embarazo: Estar embarazada y no tomar un multivitamínico con ácido fólico y hierro, aumenta el riesgo de desarrollar anemia.
- Afecciones crónicas: Si se tiene cáncer u otra afección crónica, se podría estar en riesgo de desarrollar anemia por enfermedad crónica. Estas afecciones pueden derivar en una escasez de glóbulos rojos. Además, la pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera u otra fuente dentro del cuerpo puede agotar la reserva de hierro del cuerpo y llevar a que se presente anemia por deficiencia de hierro.
- Antecedentes familiares: Si un familiar tiene antecedentes de anemia hereditaria, como anemia de células falciformes, también se podría tener un mayor riesgo de padecer esta afección.
- Otros factores: Los antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos autoinmunitarios aumentan el riesgo de padecer anemia. El alcoholismo, la exposición a sustancias químicas tóxicas y el uso de algunos medicamentos pueden afectar la producción de glóbulos rojos y derivar en anemia.
Graves consecuencias
Si la enfermedad avanza o se prolonga en el tiempo, las consecuencias pueden ser muy graves para el organismo. Por ejemplo, según información del portal Cinfasalud, de España, es posible que cause lesiones en el corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo, debido a que la sangre no es capaz de transportar a los tejidos el oxígeno suficiente.
Los expertos aseguran que esta enfermedad puede provocar arritmias que, con el tiempo, terminan lesionando el corazón y pueden desembocar en insuficiencia cardíaca.
Este padecimiento también debilita a las personas con cáncer o infectadas con VIH y dificulta su tratamiento. En casos extremos puede resultar letal.