Salud
Ansiedad durante el embarazo, ¿cómo puede afectar al neonato?
Sumado a los cambios ‘normales’, a veces puede aparecer la ansiedad.
En la vida de una mujer, muchas veces surge la posibilidad de convertirse en mamá, pero ello va a conllevar demasiados cambios, en ocasiones dolores, hinchazón, náuseas, manchas en la piel, molestias al dormir o, por ejemplo, crecimiento acelerado del cabello, entre otros síntomas.
Sin embargo, el embarazo deseado puede llegar a ser una de las etapas más hermosas por las que puede pasar una mujer, no obstante, no hay que olvidar que también es una época en la que pueden aparecer episodios de angustia o ansiedad referentes al desarrollo del embarazo, al parto o a la misma salud del bebé.
Cómo saber si se tiene un trastorno de ansiedad durante el embarazo
Aunque la ansiedad es una respuesta emocional que actúa como mecanismo de defensa ante situaciones determinadas, de acuerdo con Medical News Today. El problema es cuando está asociada a preocupaciones excesivas, desencadenando sentimientos de inquietud, recelo, miedo o nerviosismo que pueden afectar nuestra salud.
Si se detecta que se sufre de alguno de los siguientes síntomas, lo mejor es acudir al especialista para lograr disminuir sus efectos lo más pronto posible:
- Preocupaciones constantes
- Cansancio
- Dificultad de concentración
- Irritabilidad
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Sudoración
- Dolor y tensión muscular
- Respiración acelerada
Efectos y consecuencias
El trastorno de ansiedad o estrés prenatal pueden afectar tanto a la madre como al feto, reduciendo la capacidad de autocuidado en la gestante, lo que puede llevar incluso a una nutrición inadecuada afectando su salud y la del feto, conforme a la Federación de Matronas.
Por otro lado, a nivel fisiológico, niveles elevados de estrés o ansiedad pueden aumentar la producción de cortisol en el organismo, lo que puede tener un efecto negativo tanto en la madre como en el feto, según Veritasit.
Dentro de las distintas complicaciones asociadas a la ansiedad durante el embarazo, destacan:
- Restricción del crecimiento intrauterino
- Parto prematuro
- Bajo peso al nacer
- Factor de riesgo para desarrollar depresión posparto
Además, según el blog mencionado, existen estudios que evalúan cómo niveles elevados de estrés y ansiedad de manera continuada pueden repercutir negativamente en el desarrollo psicológico del niño, en comparación con niños nacidos de madres que no han experimentado estrés o ansiedad durante el embarazo. Se ha observado como en estos casos los niños son más propensos a desarrollar trastornos como el déficit de atención e hiperactividad.
Manejo de la ansiedad durante el embarazo
Cada vez se le da más importancia al manejo de esta emoción durante los meses de embarazo para prevenir consecuencias irremediables. Algunas de las herramientas utilizadas para este fin son:
- Terapias de reestructuración cognitivo-conductuales
- Sesiones grupales de apoyo y educativas
- Talleres de meditación
Lo esencial es siempre acudir al especialista, quien podrá realizar un diagnóstico correcto y adecuar el manejo en cada caso, sobre todo si está pensando en la posibilidad de tomar algún tipo de medicación.
Según Psiquiatría psicología-dexeus, “los acontecimientos vitales estresantes graves durante el primer trimestre pueden incrementar en ocho veces el riesgo de malformaciones menores, como el labio leporino”.
Asimismo, destacan que cuando la ansiedad se presenta previo al nacimiento del bebé, pueden aparecer problemas de “atención e hiperactividad de los 5 a los 14 años. Se ha encontrado una fuerte asociación entre la persistencia del trastorno hacia la edad adulta y la ansiedad antenatal crónica”.
Además, mencionan que las consecuencias “nocivas de la ansiedad antenatal, son atribuidas al efecto neurotóxico del cortisol materno (una de las hormonas del estrés), capaz de atravesar la placenta, así como de posibles cambios epigenéticos (modificaciones que dicha situación adversa provocaría sobre los genes del feto), aún por determinar”.