Las mascarillas caseras se han convertido en una opción para el cuidado de la piel.
Algunos productos naturales pueden ayudar a aumentar la producción de colágeno. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Antiedad: ¿Cómo usar pepino y aceite de coco para estimular el colágeno?

Es importante realizar una prueba de alergia antes de aplicar este tipo de productos en el rostro.

28 de junio de 2022

El colágeno es una proteína que está encargada de brindar elasticidad y tensión a la piel. Con el paso del tiempo, su producción en el cuerpo humano se disminuye y permite la aparición de arrugas, flacidez y las famosas líneas de expresión.

Las arrugas “son líneas y pliegues que se forman en la piel. Algunas arrugas se pueden volver grietas o surcos profundos y pueden ser particularmente notorias alrededor de los ojos, la boca y en el cuello”, explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada la práctica clínica, la educación y la investigación.

Estas son un proceso natural del envejecimiento, sin embargo, pueden aparecer prematuramente. Si es este el caso, “consulte con su proveedor de atención médica si cree que su piel se está arrugando más rápido de lo normal para alguien de su edad o si le gustaría considerar tratamientos cosméticos para las arrugas normales del envejecimiento”, recomienda MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Actualmente, hay una gran variedad de productos cosméticos, tratamientos, procedimientos estéticos y cirugías para eliminar las arrugas y lucir un rostro más joven. Sin embargo, para algunas personas estas opciones pueden ser muy costosas.

El portal web Panorama destaca los beneficios de una crema casera preparada con pepino y aceite de coco para estimular la producción de colágeno. Antes de aplicarla, se debe consultar con un dermatólogo y realizar una prueba de alergia para verificar que la mezcla no cause reacciones adversas en la piel.

Según explica el sitio web, la mezcla de estos productos “hidratarán a profundidad tu piel, desvanecerán las arrugas más pronunciadas, además de combatir las manchas en el rostro”.

A continuación cada uno de los pasos para hacerla:

Ingredientes

  • 3 cucharadas de gel de aloe vera.
  • 1/8 de pepino.
  • Agua.
  • 2 cucharadas de aceite de coco.

Procedimiento

  1. Lavar y cortar en trozos muy pequeños el pepino. Puede llevarse a la licuadora para tritura muy bien.
  2. En una taza añadir todos los ingredientes y revolver muy bien para un resultado homogéneo.
  3. Depositar la mezcla en un recipiente.
  4. Guardar en la nevera para conservar.
  5. Lavar y secar el rostro.
  6. Aplicar todas las noches la mezcla en el rostro. Dejar actuar por varios minuto y enjuagar.
  7. Lo recomendable es utilizarla todas las noches para mejora los resultados.

Bótox

El bótox es obtenido de la toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Según los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, las inyecciones de bótox funcionan de la siguiente forma: “Bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las señales que hacen que los músculos se contraigan. El uso más frecuente de estas inyecciones es relajar temporariamente los músculos faciales que causan arrugas en la frente y alrededor de los ojos”.

La aplicación de esta toxina se realiza a través de una aguja muy fina en el músculo del área a la cual se le va a realizar el tratamiento. El bótox solo debe ser aplicado por profesionales. Antes de aplicárselo es importante verificar que el lugar que lo ofrece tenga a las personas autorizadas y con el conocimiento para hacerlo. Las zonas del rostro más frecuentes donde se inyecta esta toxina es en la comisura de los labios, contorno de ojos y entrecejo.

Los expertos recomiendan utilizar bótox a los 20 años como una herramienta preventiva contra las arrugas y las líneas de expresión. Sin embargo, antes de tomar esta decisión, es importante acudir a un médico especialista y recibir la asesoría adecuada, según las necesidades particulares de cada individuo.