VIDA MODERNA
Apetito: las graves enfermedades que podrían causar su disminución
La alimentación es, sin duda, una fuente fundamental de vida y si con el tiempo el apetito se va perdiendo, esto podría ser una señal de alerta.
Una de las claves para mantener un peso saludable y evitar que los kilos aumenten es controlar el apetito. En muchas oportunidades las personas llevan una dieta saludable y realizan actividad física, pero su ansiedad por la comida les impide alcanzar el peso deseado.
Cualquier persona puede experimentar una pérdida de apetito en algún momento de su vida. Es posible tener menos ganas de comer, perder interés o sentir náuseas ante la idea de consumir alimentos.
Según el portal MedlinePlus, hay una serie de enfermedades que se podrían desarrollar en el cuerpo si se tiene una disminución del apetito y una mala alimentación:
Tendencias
- Enfermedad hepática crónica.
- Insuficiencia renal crónica.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Demencia.
- Insuficiencia cardíaca.
- Hepatitis.
- VIH.
- Tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).
- Embarazo (primer trimestre).
- Uso de ciertos medicamentos como antibióticos, fármacos para quimioterapia, codeína y morfina.
- Uso de drogas ilegales, como anfetaminas, cocaína y heroína.
Sin embargo, estas no son los únicas, pues según el portal, padecer de cáncer también podría ser una causa para perder el apetito e ir perdiendo peso de manera grave sin quererlo. Por ello, los tipos de cáncer de los que hay que cuidarse y prestarles atención son:
- Cáncer de colon.
- Cáncer ovárico.
- Cáncer del estómago.
- Cáncer pancreático.
Es importante destacar que, de acuerdo con el sitio web Medical News Today, esa pérdida de apetito puede ocurrir como resultado del envejecimiento, afecciones médicas o efectos secundarios de medicamentos. Igualmente, probar estimulantes del apetito puede ser una forma eficaz de inducir el deseo de comer.
Según un artículo web del diario El Universal de México, existen algunos alimentos que pueden ayudar a abrir el apetito de manera natural.
Se sugiere tomar jugo de tomate en las mañanas en ayunas, porque es un alimento que tiene alto nivel de acidez y fibra, que estimula la digestión y el tránsito intestinal entre otros beneficios para la salud. Además, por sus componentes favorece el proceso de absorción de nutrientes.
Este fruto aporta minerales como calcio, fósforo, potasio, sodio y vitaminas A, B1, B2 y C. Y entre las múltiples propiedades del tomate están que es antiséptico, alcalinizante, depurativo, diurético, digestivo, laxante, antiinflamatorio y remineralizante.
Otro alimento que ayuda a abrir el apetito son las aceitunas, que son nutritivas por aportar minerales como sodio, potasio, magnesio, hierro, fósforo y yodo. Entre otros, sirven para limpiar y desintoxicar el aparato digestivo; también son antioxidantes, porque contienen vitaminas del grupo B, así como A y E, además de aportar fibra y un toque de acidez, que sirve para estimular la digestión.
Las frutas cítricas, como limón, naranja, mandarinas, fresa y piña, pueden ser de gran ayuda para el organismo, puesto que aportan vitamina C y antioxidantes, nutrientes que promueven el apetito. Se puede consumir el zumo o directamente las frutas para este fin.
También, incluir la canela en la dieta, un condimento aromático que tiene propiedades digestivas, antiespasmódicas y antibacterianas y que contribuye a controlar enfermedades e infecciones relacionadas con la falta de apetito. Se sugiere tomarla en infusión para abrir el apetito y, al mismo tiempo, ayudar a calmar el sistema digestivo.
La elección de lo que se va a comer es importante, pues, por ejemplo, las bebidas gaseosas o platos muy grasos harán más difícil la digestión, generarán malestares y seguramente quitarán el apetito por un buen rato.