Arrugas en al frente, ¿qué las ocasiona?

Con el paso de los años es común que empiecen a notarse los cambios en el cuerpo que la edad trae consigo y que, por supuesto, son completamente naturales, por lo cual no necesariamente representan una razón para alarmarse, entendiendo además que la vejez no debe tomarse como un sinónimo de fealdad, poca estética o incluso falta de cuidado, ya que es algo normal y que puede pasarle a cualquiera.

Sin embargo, existen personas que por razones personales deciden intentar retrasar esos efectos o disminuirlos lo mejor posible para seguir luciendo con menos edad o simplemente cuidar la salud para reducir los riesgos de padecer de algunas enfermedades que afectan considerablemente el estilo de vida que llevan algunas personas, por lo que deciden buscar alternativas naturales que ayuden con dicho proceso.

Esto, claro está, no tiene nada de malo y es más bien una decisión propia de cada persona y es por eso que las arrugas dentro de este tipo de situaciones, son de las primeras cosas que se desean eliminar, puesto que es uno de los efectos que más rápido aparece y que además sale principalmente al principio en zonas bastante expuestas como el rostro, las manos y el cuello.

Cabe resaltar que su aparición, aunque es lo común, no solo aparece debido a la edad, sino que también puede tener qué ver con otras razones, como por ejemplo el estrés laboral o los enojos constantes que provocan que el ceño se frunza constantemente, marcando aún más las arrugas en la frente y entre las cejas.

De hecho, el Instituto Médico Mayo Clinic, da algunos indicios de los diversos factores que en conjunto pueden llegar a ocasionar la aparición de arrugas, incluso de forma prematura, cuando aún no deberían aparecer y se supone que debe gozarse de una piel flexible y tersa, tales como lo son:

• La constante exposición al sol o a luces ultravioleta

Los rayos del sol, al igual que la radiación ultravioleta, son capaces de quebrar y romper los tejidos conectivos que conforman la piel y que están hechos por colágeno y fibra, siendo que el colágeno funciona como un pegamento natural que mantiene todo en su lugar y, por tanto, su perdida hace que la elasticidad de la piel desaparezca.

• La nicotina del cigarrillo

Fumar tiene una estrecha relación con dichos cambios en el rostro, puesto que la nicotina que contienen los cigarrillos, provoca que los vasos sanguíneos eventualmente tiendan a achicarse, logrando que el flujo de oxígeno se reduzca considerablemente, al igual que los nutrientes a las células de la piel.

• Expresiones faciales constantes y exageradas

Como se mencionaba anteriormente y sea un poco difícil de creer, si se hacen con demasiada frecuencia al estar enojados o experimentar situaciones de demasiado estrés en diferentes campos de la vida diaria, estas, al emplear los músculos faciales, generan los surcos debajo de la superficie de la piel, y a medida que los años avanzan y la piel pierde flexibilidad, se vuelven más difíciles de reparar.

Mascarilla para eliminar las arrugas

Solamente se debe utilizar una cucharada de aceite de oliva e integrarla con dos cucharadas de yogur natural. Después aplicar en toda la piel de forma proporcionar y dejar actuar por media hora. Es importante retirar esta mascarilla con ayuda de agua tibia y luego hidratar la piel con una crema.

Cabe mencionar que el aceite de oliva extra virgen es un ingrediente que tiene propiedades humectantes y nutritivas para hidratar la piel. Además, se caracteriza por su alto contenido en vitamina A, E, D y K, que lo hacen ideal para proteger y nutrir las pieles más sensibles. A excepción de las pieles más grasas, este ingrediente es posible utilizar en las noches como un hidratante nocturno, luego de utilizar otros tratamientos o serums a base de agua.

También, gracias a su alta concentración de vitaminas y minerales junto con su contenido de ácidos grasos, el aceite de oliva virgen puede también ayuda a revitalizar la piel del rostro, otorgando mayor suavidad, brillo y tonicidad. Por un lado, las vitaminas ayudan a reforzar la firmeza de la epidermis, estimulando incluso la producción de colágeno.