Vida Moderna
Artritis en niños: así se puede tratar con remedios caseros
Es importante seguir las recomendaciones de un doctor para evitar complicaciones de salud.
La artritis idiopática juvenil (AIJ) se refiere a un grupo de trastornos en los niños, que se caracterizan por ser enfermedades crónicas las cuales causan dolor e inflamación articular. Una de estas afecciones es la artritis.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala los síntomas más comunes de la artritis idiopática juvenil:
- “Articulación hinchada, roja o caliente.
- Cojera o problemas para usar una extremidad.
- Fiebre alta y repentina, que puede ser recurrente.
- Erupción cutánea (en el tronco o las extremidades) que va y viene con la fiebre.
- Rigidez, dolor y rango de movimiento limitado en una articulación.
- Lumbago que no desaparece.
- Síntomas generalizados como piel pálida, inflamación de los ganglios linfáticos y apariencia de enfermo”.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, esta enfermedad era conocida anteriormente como “artritis reumatoide juvenil”.
“Puede afectar a una o varias articulaciones. Hay varios subtipos diferentes de artritis idiopática juvenil, pero los principales son sistémicos, oligoarticulares y poliarticulares. El tipo que tenga tu hijo dependerá de los síntomas, del número de articulaciones afectadas y de sí la fiebre y los sarpullidos son características destacadas”, indica esta entidad de salud.
Mayo Clinic señala algunos remedios caseros que pueden ayudar a disminuir los efectos de este tipo de artritis:
Compresas
En algunos niños la artritis idiopática juvenil puede causar mucha rigidez. Por eso, la entidad de salud recomienda aplicar compresas frías o calientes. Las primeras pueden realizarse después de hacer actividad física y las segundas especialmente en las mañanas.
Actividad física
Ejercitarse regularmente es fundamental para el fortalecimiento muscular y la flexibilidad de las articulaciones. Antes de empezar a hacerlo es importante consultar con un médico para recibir la asesoría profesional adecuada. Además, la actividad física aporta muchos beneficios para la salud en general.
“Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”, indica la Organización Mundial de la Salud”.
Alimentación saludable
Una dieta balanceada es clave para un cuerpo saludable. Esto puede ayudar a tener un peso saludable, pues si se tiene sobrepeso hay mayor presión en las articulaciones, lo que puede causar mayor dolor.
“Es importante que la dieta contenga cantidades adecuadas de calcio, puesto que los niños con artritis idiopática juvenil se encuentran en riesgo de desarrollar huesos débiles debido a la enfermedad, al uso de corticosteroides, a la poca actividad física y por soportar peso”, destaca Mayo Clinic.
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones y en algunas personas, la afección puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. Además, esta enfermedad es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic.
Esta enfermedad afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Sus síntomas incluyen:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
- Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
No obstante, Mayo Clinic señaló que al comienzo de la enfermedad las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies son las primeras en verse afectadas y a medida que avanza los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros.