Artritis: hierbas medicinales que ayudan a aliviar el dolor

De acuerdo con la información de MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la artritis es la inflamación o degeneración de una o más articulaciones, particularmente en el cartílago. Precisamente, este tejido protege la articulación y permite que se mueva suavemente.

El cartílago, además, absorbe los golpes cuando se ejerce presión sobre la articulación durante una actividad física, por ejemplo, al caminar. Sin la cantidad usual de este tejido, los huesos bajo el cartílago se dañan y se rozan, causando dolor, inflamación y rigidez.

Según agrega MedlinePlus, la inflamación y el daño de la articulación puede ser consecuencia de múltiples factores, como una enfermedad autoinmunitaria, fracturas, desgaste y deterioro general de las articulaciones o infecciones. Así mismo, destaca que existen más de 100 tipos diferentes de artritis, por lo que es recomendable acudir a un especialista médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir tratamiento adecuado.

¿Soluciones caseras para aliviar la artritis?

Como es frecuente en la mayoría de tratamientos, la medicina tradicional tiene algunas opciones asociadas al alivio de enfermedades o dolencias. En ese sentido, la artritis no es la excepción. El portal especializado Healthline menciona que ciertas hierbas tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar la artritis reumatoide (AR) o con la osteoartritis (OA).

Por supuesto, vale mencionar que este tipo de remedios naturales no sustituyen a los tratamientos médicos, sino que se trata de recetas alternativas que han sido transmitidas de generación en generación, por lo que no cuentan con un respaldo científico. Antes de intentar cualquiera de ellas, resulta conveniente asesorarse con un profesional.

Aloe Vera: también conocido como sábila, es uno de los ingredientes más comunes en la medicina natural. Según el portal citado, una de sus cualidades está asociada al alivio del dolor en las articulaciones.

Boswellia: Healthline menciona que esta hierba originaria de la India posee propiedades antiinflamatorias, además, contribuye en el alivio de la sensación de dolor.

Uña de gato: esta hierba crece en Centro y Sudamérica. Tradicionalmente, ha sido utilizada como antiinflamatorio. Sin embargo, tiene algunos efectos secundarios asociados, como náuseas, mareos, presión arterial baja y dolor de cabeza. En ese sentido, al igual que con las demás opciones de medicina alternativa, es clave consultar previamente con un experto.

Eucalipto: Los extractos de las hojas de este árbol se usan en remedios tópicos para tratar el dolor de la artritis. Algunas personas las usan en compresas calientes para maximizar el efecto.

Té verde: Contiene antioxidantes que pueden ayudar a contrarrestar la inflamación que ocurre con la artritis. Se puede consumir como bebida, en polvo para rociar los alimentos o agregarlo a batidos o a manera de suplemento.

Cúrcuma: Es un polvo amarillo hecho de una planta con flores. Su ingrediente principal, la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias. Healthline anota que por mucho tiempo ha sido importante en la medicina tradicional y uno de sus usos ha sido aplicado para tratar la artritis.

Artritis reumatoide: los beneficios de la hidroterapia para tratarla

La hidroterapia permite a las personas con artritis reumatoide hacer ejercicio más cómodamente y exponerse menos a lesiones en las articulaciones. Según los expertos, el agua crea resistencia a medida que la persona avanza dentro de ella, o al mover los brazos y las piernas contra el agua. Esta resistencia desarrolla fuerza.

También mejora tu condición física aeróbica, que es importante para la salud del corazón. Cuando una persona tiene artritis reumatoide, su riesgo de enfermedad cardíaca aumenta.

Ejercicios

Una de las recomendaciones de ejercicio es caminar en el agua, pues esto ayuda a las personas con artritis reumatoide a alcanzar resistencia y acondicionamiento aeróbico. Solo se debe caminar dentro del agua en una piscina climatizada durante unos cinco minutos.

Otra opción de ejercicio es la patada con cadera. Esta actividad puede ayudar a las personas con la mencionada enfermedad a aumentar su resistencia, acondicionamiento aeróbico, flexibilidad y rango de movimiento.

Para realizarlo, la persona se sujeta del borde de la piscina como apoyo. Se empieza con la pierna más alejada del borde de la piscina, se levanta hacia adelante con la idea que quede paralela al borde de la piscina, luego se baja a su posición inicial y se repite. Usando la misma pierna, se levanta a un lado, luego se baja y se repite.