Artritis y artrosis: cinco alimentos que ayudan a combatirlas y a cuidar las articulaciones

Dos de las enfermedades que más afectan a los adultos mayores son la artritis y la artrosis. Estas patologías hacen referencia a enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones y poco a poco va debilitando la salud en general.

Por una parte, la artritis corresponde a un dolor inflamatorio; mientras que la artrosis afecta las articulaciones en forma degenerativa. El término artritis significa, literalmente, inflamación de una articulación, mientras que la artrosis es una enfermedad reumática crónica que lesiona el cartílago articular, provocando dolor, rigidez e incapacidad funcional, según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En cuanto a la artrosis, el Manual MSD indica que es un trastorno crónico que causa alteraciones en el cartílago y los tejidos circundantes, y se caracteriza por dolor, rigidez y pérdida de la función. Por lo general, antes de los 40 años, los hombres presentan artrosis con más frecuencia que las mujeres, a menudo a consecuencia de traumatismos o deformidades.

De este modo, es importante cuidar las articulaciones desde temprana edad para enfrentar este tipo de enfermedades con mayor fuerza. Por ello, es crucial alimentarse correctamente con dietas ricas en vitaminas y minerales.

Así las cosas, el portal web Nuevas Evas da a conocer cinco alimentos que ayudan a combatir estas dos patologías auriculares:

Melón

Esta fruta se caracteriza por contenido en fitoquímicos que son vitaminas antioxidantes como la vitamina C y A. Como tal, estos nutrientes son importantes para prevenir y controlar el daño articular que ocurre en la artritis y artrosis. Además de esto, este alimento es beneficioso en el tratamiento de la artritis porque contiene tres sustancias que refuerzan las defensas del cuerpo. Estas son la cucurbitacina B, litio y zinc.

Aceite de oliva

Este ingrediente contiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes que ayudan a proteger los condrocitos, las células presentes en el cartílago en la artrosis. Asimismo, su alta cantidad de polifenoles protegen las articulaciones, reducen el edema y la degradación del cartílago y el hueso.

Semillas de chía

Un estudio de West Texas A&M University, detalla que las semillas de chía son antioxidantes y antiinflamatorias, dos propiedades ideales para combatir la artritis y artrosis. Por otra parte, este tipo de semillas también posee vitaminas, minerales y otros antioxidantes que protegen y reparan los daños de las articulaciones. Expertos aconsejan consumir la chía como harina, dentro de 3 días de procesado o utilizarlas enteras previamente remojadas.

Calabaza

Al contener carotenoides, conocida como vitamina A, la calabaza ayuda a cuidar las articulaciones del daño. Asimismo, el portal en mención indica que las sustancias como polisacáridos, aceites, esteroles, proteínas con efectos antiinflamatorias y antioxidantes que están presentes en este alimento, también reducen el daño articular.

Fresas

Un estudio de Oklahoma State University, señala que las fresas ayudan a controlar el dolor de la artrosis, especialmente en hombres y mujeres obesos de alrededor de 50 años. Esta fruta contiene sustancias llamadas polifenoles que son antiinflamatorias y analgésicas, las cuales disminuyen el dolor articular.

Ahora bien, la organización Baptist Health South Florida señaló que aunque no existe manera segura de prevenir la artritis, sí hay formas de minimizar su aparición como:

1. Practicar ejercicio. El ejercicio regular puede ayudar a mantener las articulaciones flexibles. Nadar y hacer ejercicios aeróbicos acuáticos pueden ser buenas opciones, ya que la capacidad que uno tiene para flotar en el agua reduce la tensión en las articulaciones que soportan el peso.

2. Calor y frío. Las compresas térmicas o las compresas de hielo podrían ayudar a aliviar el dolor causado por la artritis.

3. Perder peso. El exceso de peso representa esfuerzo adicional para las articulaciones que soportan el peso. Perder peso podría aumentar el movimiento y disminuir lesiones futuras en las articulaciones.