Vida Moderna
Así es como el aceite de oliva extra virgen ayuda a combatir la artritis reumatoide
Esta enfermedad suele ser más común en las mujeres.
El aceite de oliva es conocido por sus beneficios para el cuidado de la piel. Igualmente, tiene efectos positivos para quienes padecen de artritis o dolor articular. Según un estudio del grupo de investigación Farmacología Experimental y Farmacia Clínica de la Universidad de Sevilla, dirigido por la catedrática de Farmacología Catalina Alarcón de la Lastra, el consumo de aceite oliva extra virgen tiene efectos beneficiosos en el tratamiento de artritis reumatoide en un modelo experimental en ratones.
De acuerdo con los expertos “en este estudio observamos tanto a nivel macroscópico como a nivel tisular cómo el aceite de oliva virgen extra, que se caracteriza por su alto contenido en polifenoles, fue capaz de disminuir una serie de mediadores y parámetros bioquímicos implicados en los procesos inflamatorios”, explica María Ángeles Rosillo, autora principal del trabajo.
Según explican los investigadores, el aceite de oliva posee una fracción polifenólica que contribuye a la disminución de la inflamación de las articulaciones. “El consumo de aceite de oliva virgen extra previene el desarrollo de la artritis reumatoide experimental. El descubrimiento de esta acción beneficiosa del aceite de oliva virgen extra refuerza la hipótesis de utilizarlo como estrategia preventiva y/o terapéutica en el tratamiento de esta patología articular, pudiendo reducir la aparición de efectos adversos que acompañan a la farmacoterapia clásica”, afirma la investigadora.
Artritis
La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones y en algunas personas, la afección puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. Además, esta enfermedad es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic.
Tendencias
La entidad sin ánimo de lucro también explicó en su página web que la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Algunos síntomas de esta enfermedad son:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
- Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
No obstante, Mayo Clinic señaló que al comienzo de la enfermedad las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies son las primeras en verse afectadas y a medida que avanza los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros.
Artritis reumatoide
Esta afección es un tipo de artritis, la cual se caracteriza por causar dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. La artritis reumatoide puede afectar cualquier articulación, pero frecuentemente se desarrolla en las muñecas y los dedos.
Síntomas
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala los síntomas que puede incluir la artritis reumatoide:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
- Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
- Inicialmente puede afectar las articulación más pequeñas, como los dedos de las manos y de los pies. Luego, puede extenderse a las muñecas, rodillas, tobillos, codos, cadera y hombros.
- Según destaca Mayo Clinic, aproximadamente el 40% de las personas que padecen esta enfermedad también presentan síntomas que no son articulaciones como:
- Piel.
- Ojos.
- Pulmones.
- Corazón.
- Riñones.
- Glándulas salivales.
- Tejido nervioso.
- Médula ósea.
- Vasos sanguíneos.
Las mujeres suelen padecer artritis reumatoide más que los hombres. Esta enfermedad, generalmente, suele comenzar en la edad mediana. “Usted puede padecer la enfermedad por un corto período o los síntomas pueden aparecer y desaparecer. La forma severa puede durar toda la vida”, puntualiza la entidad sin ánimo de lucro.