CORONAVIRUS
Así podría afectar el coronavirus a los enfermos de párkinson
Esta patología produce temblores, torpeza manual, lentitud de movimientos o problemas al caminar.
El párkinson es un trastorno del sistema nervioso central que hace más vulnerables a las personas que lo padecen frente al coronavirus, debido a su menor capacidad respiratoria. Además, es una patología neurodegenerativa progresiva que no tiene cura, aunque actualmente ya han sido desarrollados tratamientos efectivos para controlarlo.
Esta patología se caracteriza por el trastorno del movimiento en los pacientes, quienes pueden perder hasta un 70 % y 80 % de las neuronas del tronco cerebral que fabrican dopamina, un neurotransmisor imprescindible para llevar a cabo correctamente las funciones motoras del cuerpo.
Lo anterior se puede ver representado en temblores, torpeza manual, lentitud de movimientos o problemas a la hora de mantener la marcha al caminar, lo que puede empeorar cuando hay pérdida del olfato, constipación o trastornos del sueño.
Algunos reportes indican que aproximadamente el 1 % de los adultos mayores de 60 años en el mundo tiene párkinson, mientras que el 5 % de los afectados tiene entre 40 y 60 años de edad.
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El doctor José Bueri, jefe de Neurología del Hospital Universitario Austral de Argentina, explicó en declaraciones citadas por Infobae que “los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden ser más vulnerables en caso de contraer covid-19 y esto puede deberse a que tienen menor capacidad respiratoria por la rigidez muscular torácica”.
“Por esta razón, es importante que reciban la vacuna, que, a su vez, aún no se ha demostrado que tenga efectos negativos”, agregó el experto en neurología, quien destacó que los medicamentos existentes en la actualidad son muy eficaces para controlar los síntomas del párkinson, por lo que recomienda que los pacientes sean constantes a la hora de medicarse.
Los expertos también coinciden en que es importante que los pacientes identifiquen los signos de alerta para concurrir al médico a tiempo.
“Esta es una enfermedad crónica, en la que los síntomas se presentan lentamente, no en forma brusca. El diagnóstico temprano es importante para despejar dudas y conocer los tratamientos que existen para controlar los síntomas de la enfermedad”, afirmó José Bueri, jefe de Neurología del Hospital Universitario Austral.
Una consulta temprana también permite diferenciar esta enfermedad de otras patologías neurológicas o de otras patologías que presentan varios de los síntomas mencionados anteriormente.
Entre tanto, el médico neurólogo Alejandro Andersson, del Instituto de Neurología Buenos Aires, coincide en que las personas que padecen párkinson tienen un riesgo más alto a la hora de contraer la covid-19 debido a “un factor multicausal”.
“No hay evidencia científica de que el diagnóstico de párkinson te haga más vulnerable a contraer o a contagiarte la enfermedad. Sin embargo, los problemas pulmonares son más frecuentes en estos pacientes, ya que son más susceptibles a contraer neumonías, infecciones y cuentan por lo general con dificultad para inhalar profundo”, concluyó el experto.
Síntomas duraderos del coronavirus
La Unión Europea (UE) lanzó recientemente algunas disposiciones para fomentar el desarrollo de tratamientos para el coronavirus, incluidos los síntomas persistentes e incapacitantes que han sido denominadas como “covid largo”, con miras a autorizar hasta cinco nuevos enfoques efectivos en el transcurso del presente año.
Actualmente, solo se ha aprobado un tratamiento contra el virus en Europa, basado en el antiviral Remdesivir. Sin embargo, entre el 10 % y el 15 % de los pacientes enfermos de covid-19 posteriormente sufren síntomas duraderos, tales como trastornos respiratorios y digestivos, fatiga, dolor o confusión.
“Científicos dicen que es probable que la covid-19 se convierta en endémico, un virus que circula entre nosotros y con el que tenemos que convivir, como la gripe (...). Tenemos que controlarlo y minimizar su impacto”, afirmó a la prensa la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, en declaraciones citadas por AFP.
Para la funcionaria, las vacunas no pueden ser las únicas armas disponibles para enfrentar la pandemia, pues se requieren tratamientos para mitigar el impacto en el mediano y largo plazo relacionado con síntomas duraderos como la afectación pulmonar, el deterioro del sistema inmunológico o cambios en el olfato y el gusto.