Vida moderna
¿Cómo lavar el cabello con agua de romero para acelerar su crecimiento?
Es importante consultar a un especialista antes de aplicar cualquier producto en el cabello.
Algunas personas suelen recurrir al uso de remedios caseros para tratar diversas afecciones, entre las se encuentran dificultades para ayudar a crecer el cabello. Cada persona es diferente, por lo que el crecimiento del pelo puede variar.
Lo recomendable es consultar a un dermatólogo para recibir atención profesional adecuada y un tratamiento, en caso de que sea necesario.
Sin embargo, los remedios caseros cada vez se vuelven más populares y las personas deciden elegirlos. Los efectos de los ingredientes que se utilizan para estas preparaciones pueden variar en cada persona. Antes de aplicarlos, el consejo es consultar con un especialista.
En su sección de remedios caseros, el portal web Ok diario destaca los beneficios del agua de romero para la salud capilar. Destaca que aporta brillo, ayuda a fortalecerlo y a contribuir a la estimulación de su crecimiento.
Tendencias
“Sin duda, es uno de sus principales beneficios, muy eficaz además en este caso gracias a su alto contenido en vitamina B. También ayuda a reactivar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que permite que este reciba mayor cantidad de nutrientes y, por lo tanto, esté más fuerte y no se caiga”, detalla.
¿Cómo usar el agua de romero?
Ingredientes
- 100 gramos de hojas de romero
- 3 vasos de agua
Procedimiento
- Poner a calentar el agua hasta que hierva.
- Cuando hierva, apagar el fuego.
- Agregar las hojas de romero y dejarlas en el agua 10 minutos.
- Tapar la olla.
- Colar la infusión y esperar a que enfríe.
- Cuando esté fría, aplicar en el cuero cabelludo, realizando masajes suaves con las yemas de los dedos.
- No es necesario enjuagar, pero si se desea, se puede enjuagar.
- De acuerdo con el portal web, lo ideal es utilizarlo al menos dos veces a mes para mejorar los resultados.
- En caso de presentar algún síntoma como caspa, picazón u otro, se debe suspender el uso de este remedio y consultar a un dermatólogo, que es la persona experta en cuidado del cabello.
¿Cómo lavar el cabello?
Sobre la frecuencia del lavado del cabello, hay que precisar varios aspectos. Primero, cada pelo es diferente, por lo que aquellas personas que lo tienen liso no tienen el mismo número de lavados que las que lo tienen crespo, rizado u ondulado. Asimismo, el estado de cada cabello, si es reseco o grasoso, también influye en esta práctica.
“Existe el mito de que lavar el cabello diario hace que se caiga, pero es falso. La realidad es que hay que lavar cuando sea necesario —depende del tipo de cabello y actividades de cada persona—, dado que la sobreproducción sebácea mezclada con la suciedad puede formar hongos y provocar infecciones que favorezcan la caída excesiva del cabello”, apunta el portal web.
Es importante consultar a un dermatólogo para recibir asesoría profesionalizada sobre el cuidado del cabello, especialmente si se sufre de caída del cabello.
Tips para el cuidado del cabello
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala algunas recomendaciones para evitar ciertos tipos de pérdida de cabello:
- Tratarlo con suavidad: algunas personas cometen el error de peinar su cabello de forma brusca y halándolo con fuerza. Lo aconsejable es utilizar una peinilla que tenga dientes anchos, para evitar los tirones.
- Cuidado con los tratamientos: se debe evitar el uso de tratamientos fuertes como rizadores calientes o permanentes. Para el caso del cepillado y planchado, pueden realizarse moderadamente y aplicando productos que protejan al cabello de alta exposición al calor.
- Peinados: hay quienes maltratan su cabello al momento de recogerlo con una moña o banda elástica. Se debe moderar el uso de trenzas.
- Medicamentos: consultar al médico si las pastillas o suplementos que se tomen pueden causar pérdida del cabello a largo plazo.
- Protección solar: limitar la exposición del cabello a los rayos solares y a otras fuentes de luz. Protegerlo con gorras, sombreros, etc.