Vida Moderna
Así se prepara el té de alcachofa para bajar los triglicéridos y controlar los lípidos
La alcachofa tiene buenas cantidades de vitamina C y minerales, como el potasio y el fósforo.
Los triglicéridos son un tipo de grasa y es el tipo más común que hay en el cuerpo que proviene de alimentos, especialmente mantequilla, aceites y otras grasas que se consumen, de acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
No obstante, si se ingieren regularmente más calorías de las que se queman, en particular de alimentos ricos en carbohidratos, se pueden tener los triglicéridos altos (hipertrigliceridemia) y tener un alto nivel de triglicéridos puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, como la enfermedad de las arterias coronarias.
De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que un análisis de sangre puede revelar si los triglicéridos están dentro de un rango saludable:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1,7 milimoles por litro (mmol/l)
- Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
- Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5,7 mmol/l o más)
Así las cosas, si tras exámenes el médico detecta que los triglicéridos están altos hay que realizar cambios en la alimentación y una recomendación del portal Terra es consumir té de alcachofa, pues por ser rica en fibras, como la inulina y la pectina, la alcachofa ayuda a disminuir la absorción y aumentar la eliminación de grasas por las heces.
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En consecuencia, para preparar el té hay que hervir una taza de agua y agregar una cucharadita (5 g) de hojas secas de alcachofa que se debe dejar reposar por diez minutos para poder consumir.
Sin embargo, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde hizo una advertencia e indicó que “la alcachofa no debe ser consumida por personas con problemas en la vesícula biliar, hepatitis o cáncer en el hígado, sin la orientación médica”.
Así las cosas, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro indicó que la mejor manera para disminuir los triglicéridos es:
- Hacer ejercicio con regularidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana. Además, las actividades físicas más comunes son: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
- Evitar el azúcar y los carbohidratos refinados. Los carbohidratos simples, como el azúcar y los alimentos hechos con harina blanca o fructosa, pueden aumentar los triglicéridos.
- Reducir el consumo de alcohol. La recomendación es una bebida diaria si se es mujer y dos bebidas diarias si se es hombre.
- Elegir grasas saludables y eliminar las grasas saturadas. Las grasas no saturadas son grasas “buenas” que se encuentran principalmente en las verduras, frutos secos, semillas y pescado. A temperatura ambiente, estas son líquidas, no sólidas. Hay dos categorías grandes de grasas buenas: grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Se encuentran en la mayoría de los frutos secos, productos de soja, aceite de oliva, aceite de maní, aceite de canola, aguacates (paltas), atún blanco y salmón, mientras que las grasas saturadas son las del tipo “malo” y se encuentran en la carne y en otros productos de origen animal, tales como mantequilla o manteca, queso y en toda leche, salvo la leche descremada. Son sólidas a temperatura ambiente. Las grasas saturadas también se encuentran de forma líquida en los aceites de palma y de coco, los cuales se suelen usar en los productos de panadería disponibles en el supermercado.