Vida Moderna
Así se puede bajar la presión con apio y orégano
El consumo de estos alimentos debe ir acompañado de una dieta saludable y ejercicio constante.
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo. Cuando esta se encuentra alta se considera una enfermedad silenciosa también llamada hipertensión.
La hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades. Se trata de una afirmación que surge debido a que esta afección puede ir dañando el organismo durante varios años antes de que la sintomatología comience a aparecer.
Según especialistas de Mayo Clinic, de Estados Unidos, para controlar la presión arterial es indispensable mantener hábitos saludables, que ayudarán a evitar la hipertensión o en caso de que se padezca, ayudar a reducirla.
Si no se controla, esta enfermedad puede causar desde discapacidad, pasando por afectaciones en la calidad de vida e incluso puede llegar a poner en riesgo a las personas, llevándolas a sufrir hasta un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular fatal, explica la entidad.
Lo más leído
Solo el médico puede determinar el tratamiento necesario para cada persona con hipertensión. Además, es posible preguntar al especialista por aquellos alimentos que, gracias a sus compuestos, ayudan a reducir la presión arterial.
Este es el caso de dos ingredientes, que según la revista Vidae, publicada a través del portal Mundodeportivo, son eficientes para lo anterior. Se trata de:
El apio
Según el portal Gastrolab, el apio es uno de los alimentos que ayuda reducir la presión arterial, pues según varios estudios, su alto contenido de fibra controla esta afección y, además, ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
Así mismo, el medio Hola Doctor indica que “de acuerdo con el Centro Médico de la Universidad de Maryland, en EE. UU., el apio es un diurético natural, es decir, ayuda a eliminar el exceso de agua del organismo a través de la orina, lo que a su vez, reduce la tensión contra las paredes arteriales y con ello, la presión arterial”.
En cuanto a su consumo, el apio es un ingrediente versátil, por lo que puede prepararse de diversas formas, por ejemplo, se puede usar crudo en jugos o en agua. También, puede usarse cocinado en cremas, sopas o cortado como palitos para comer un snack.
El orégano
Esta planta tiene varios beneficios para la salud, tanto externa como interna, y uno de ellos es que posee un ingrediente activo conocido como carvacrol que podría ayudar a disminuir la presión arterial alta.
Un estudio publicado en la revista Planta Médica coincide en estos beneficios. Sin embargo, aún no hay evidencia científica que corrobore los resultados de su uso para el control de esta enfermedad. No obstante, se trata de una especia que contiene potasio, el cual también ayuda en el control de la hipertensión.
Se puede preparar una infusión natural con orégano para bajar la tensión arterial si se coloca una cucharadita de la sustancia en agua hirviendo. Tras 15 minutos de reposo está lista para ingerir.
Además del consumo de los alimentos mencionados, el portal especializado Medical News Today listó una serie de hábitos con los que se puede mantener a raya los niveles de la presión arterial:
- Reducir el consumo de sodio: el portal de la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk agrega una serie de alimentos con alto contenido en sal y sodio que deberían ser restringidos para personas hipertensas, en los que resaltan las carnes ahumadas y curadas, el jamón serrano y el york.
- Manejar el estrés: controlar el estrés se presenta como un ítem positivo. Aunque no está demostrado que el estrés cause hipertensión, cuando se está estresado el cuerpo produce hormonas que aumentan la presión arterial de manera temporal, de ahí la importancia de controlar estos episodios.
- Beber menos alcohol: según la Mayo Clinic, consumir más de tres bebidas alcohólicas de una sola vez puede elevar la presión arterial temporalmente, pero consumir compulsivamente de manera reiterada puede provocar aumentos a largo plazo.