Vida Moderna
Así se puede limpiar una olla quemada fácilmente sin dañarla
En ocasiones, lavar las ollas se convierte en un dolor de cabeza después de cocinar. ¿Cómo optimizar el proceso?
Cocinar no siempre es tarea fácil, sobre todo cuando se presentan algunos incidentes con los utensilios. Una de las fallas más comunes es que las ollas se quemen y la comida quede pegada en ellas.
Ante este tipo de escenarios, algunas personas optan por la fuerza bruta y refriegan incansablemente las ollas hasta eliminar la suciedad y partes quemadas; sin embargo, el no hacerlo con cuidado deriva en rayones y daños al utensilio.
Con el objetivo de optimizar el proceso de lavado de las ollas, especialmente cuando están quemadas o tienen alimentos pegados, han sido desarrollados algunos trucos caseros, aprovechando productos de limpieza disponibles en el mercado.
Uno de los más comunes es la popular esponja espiral metálica, pero esta solo se debería usar en ollas o sartenes que no tengan un recubrimiento antiadherente, ya que el material de la esponja lo puede dañar. En caso de que el fondo de recipiente se haya quemado y tenga elementos pegados, este es el proceso más adecuado:
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- Añadir agua caliente a la olla (en la parte que se requiere limpiar).
- Incorporar un chorro de lavavajillas.
- Se deja actuar durante unos minutos para ablandar la capa.
- Refregar con la esponja espiral metálica.
Cuidado con el teflón
Las ollas de teflón son las reliquias de la cocina, ya que poseen gran capacidad antiadherente, evitando que los alimentos se queden pegados al momento de cocinarse. En esa línea, este utensilio requiere de un cuidado especial para que no sea estropeado prematuramente.
Ahora, la esponjilla metálica se usa solo en ollas de acero inoxidable, hierro, cobre, barro o aluminio. Por su parte, las ollas de teflón y antiadherentes necesitan de una esponja suave que no dañe la estructura. En caso de que se necesite raspar durante el proceso de limpieza, lo recomendable es hacerlo con un utensilio también de teflón, plástico o madera.
Bicarbonato para limpiar las ollas
El bicarbonato de sodio también es utilizado como limpiador. Para aplicarlo, se debe mezclar una cucharada de la sustancia por cada litro y medio de agua. El primer paso consiste en calentar el agua a fuego medio; luego, una vez haya hervido, se agrega el bicarbonato para que se disuelva. Este proceso se realiza en la olla que se desea limpiar.
Cuando la mezcla esté lista, se retira del fuego luego de un par de minutos. Posteriormente, se raspa con una espátula de madera o plástico para despegar las impurezas de la estructura. Por último, se vacía la olla, se deja enfriar y se lava con normalidad.
Vinagre blanco para retirar lo quemado
Otro truco casero para limpiar las ollas quemadas consiste en aplicar vinagre blanco en el fondo del utensilio. También se puede mezclar una taza de agua con otra de vinagre. Una vez adelantado este proceso, se calienta la olla hasta que el líquido comience a hervir, luego se deja al fuego unos minutos hasta que se consuma.
Finalmente, se deja enfriar para limpiar el fondo de la olla quemada y así retirar las molestas capas negras. El mismo proceso se puede realizar con una solución de agua y sal.
Por supuesto, lo ideal para el cuidado de las ollas y así extender su vida útil es no tener que acudir a ninguno de los trucos previamente mencionados. En ese sentido, es importante monitorear la cocción de los alimentos para que no se quemen y perjudiquen la estructura de las ollas o sartenes. De de esta manera, no solo se cuidarán las herramientas de la cocina, sino que se reducirá el desperdicio de comida.
En caso de que se realicen frituras, vale la pena atender a la cantidad de aceite, mantequilla o margarina que se utiliza para así evitar que los alimentos se peguen y obliguen al cocinero a esforzarse de más en el proceso de limpieza.