SALUD
Así se puede perder peso después de los 40 años
El sedentarismo y una alimentación desequilibrada ocasionan el aumento de peso.
Subir de peso cuando las personas no se alimentan bien o no hacen ejercicio es relativamente fácil. Sin embargo, perder esos kilos de más es una tarea que en ocasiones se puede tornar compleja y más si se ha pasado de los 40 años de edad.
A medida que la edad avanza el metabolismo se vuelve más lento, se queman menos calorías en reposo y la grasa tiende a acumularse, especialmente en el abdomen. Adicionalmente, no dormir bien, el estrés, llevar una dieta poco equilibrada y tomar fármacos, son factores que pueden ayudar a engordar después de esa edad, asegura el portal ‘Saber Vivir TV’.
Un artículo publicado en el medio digital ‘Business Insider’ indica que es normal que a partir de los 40 años el cuerpo necesite menos calorías para funcionar. El problema es que al no tener en cuenta todos estos cambios, lo normal es que una persona siga comiendo lo mismo que cuando tenía 30 o 20. De esta forma, como el organismo no quema de la misma manera, este exceso extra pasa a ser acumulado como reserva en forma de grasa.
“En personas sedentarias, tenderá habitualmente a acumularse en la abdomen en hombres y en las caderas y muslos en mujeres”, señaló el dietista y nutricionista Néstor Benítez, responsable del Grupo de Especialización de Nutrición Clínica, de la Academia Española de Nutrición y Dietética, al mencionado medio.
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Sin embargo, según especialistas, existen algunas estrategias que pueden ayudar en el propósito de bajar de peso.
“Bajar de peso en forma saludable no se trata solamente de seguir una dieta o programa. Se trata de adquirir un estilo de vida que incluye una alimentación saludable y actividad física regular”, aseguran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos (CDC).
En este marco, una de las primeras recomendaciones es reducir la ingesta calórica, dado que el cuerpo después de los 40 años quema menos energía.
Según un estudio de la Universidad de Duke, con eliminar 300 calorías diarias se puede mejorar la salud cardiovascular mientras se minimiza el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y obesidad. De acuerdo con ‘Business Insider’, no se trata de pasar hambre, sino de apostar por alimentos saludables al tiempo que se eliminan aquellos productos que no aportan mucho al cuerpo. Una de las formas de hacerlo, por ejemplo, es reduciendo la ingesta de alcohol.
También se deben eliminar de la dieta los alimentos ultraprocesados y el azúcar. Los primeros, al carecer de fibra y al ser adictivos, mientras que el segundo puede terminar transformándose en grasa y generando problemas de salud. Lo ideal es seguir una dieta rica en vegetales, verduras y grasas poliinsaturadas.
El ejercicio es clave
Si después de los 40 años las personas siguen comiendo lo mismo, pero además no hacen ejercicio, se puede presentar una verdadera ralentización del metabolismo derivada de la edad. De acuerdo con los expertos, una disminución significativa de la masa muscular, causada por la falta de actividad física, desencadena la desaceleración metabólica.
Por último, es importante dormir bien. Cuando las personas envejecen pierden la capacidad de dormir profundamente, lo que da lugar a insomnio. Esto se ve reflejado en el peso, pues se ha demostrado que la corta duración del sueño también se asocia con una reducción de la leptina, la hormona que inhibe las ganas de comer.
Por el contrario, se aumenta la grelina, otra hormona que en este caso despierta la sensación de apetito. Eso hace que se sienta más hambre durante el día y las personas tiendan a comer más de lo necesario. Además, la falta de sueño también reduce la capacidad de creación de masa muscular. Por eso, un buen descanso es fundamental para adelgazar, asegura un artículo publicado en el diario ‘El País’, de España.
Uno de los consejos para tratar de dormir bien es alejarse de las pantallas de los teléfonos antes de descansar, ya que es posible que eviten la segregación de serotonina durante la noche, hormona que influye en los ritmos circadianos y regula el sueño. Tampoco es aconsejable tener televisión, ni computadores en la habitación.