Así se puede reducir la posibilidad de sufrir la pérdida de memoria a corto plazo

Con la llegada de la edad, la pérdida de memoria es uno de los efectos que aparecen. Con mínimos olvidos, esta condición es común y ocurre con gran frecuencia. Por suerte, es posible hacerle frente para gozar de desarrollo cognitivo por más tiempo.

Una de las formas en las que la pérdida de memoria se presenta es a corto plazo, ya sea olvidarse de las llaves, dar alguna razón o hacer una actividad. La cognición se pierda naturalmente, pero la psicóloga y fundadora de Comprehensive Consultation Psychology Services, Sanam Hafeez; le mencionó a Business Insider los mejores consejos para evitar esto.

Al hacer referencia a la pérdida de memoria a corto plazo, se hace mención a olvidos de 30 minutos, en los cuales hay deterioro del funcionamiento del cerebro para procesar, almacenar y recordar información.

Esta condición es parte normal del envejecimiento, pero también puede ser provocada por condiciones médicas como depresión o una lesión cerebral. Respecto a los golpes en esa zona, los expertos consideran que las conmociones cerebrales implican una pérdida de memoria.

Como es una lesión de corte traumático, lo que es igual a ser el resultado de un impacto directo en la cabeza; genera que el cerebro se vea afectado y, por consiguiente, el almacenamiento de memoria. Esta condición tiende a desaparecer con el pasar de los meses, pero hay excepciones a la regla.

Si se experimentan signos de advertencia como pérdida persistente de la memoria, del conocimiento, confusión, dificultad para caminar o movimientos oculares inusuales, se debe buscar atención médica. A medida que se lleve a cabo un tratamiento con terapia, el cerebro recobrará en condiciones normales su funcionamiento.

Como se mencionó anteriormente, el envejecimiento es otro detonante para la pérdida de memoria. Alrededor del 11 % de los adultos mayores de 45 años informan deterioro cognitivo subjetivo, que incluye pérdida de memoria. Por si esto no fuera diciente, Hafeez señala que a los 60 años, el 40 % de la población tiende a experimentar esta situación.

A medida que las personas envejecen, ciertas áreas del cerebro se encogen, la comunicación entre las regiones del cerebro se vuelve menos efectiva y el flujo de sangre al cerebro puede disminuir.

El resultado de esta situación radica en que es menor el espacio que tienen las conexiones neuronales para llevarse a cabo con facilidad. Por lo general no hay de qué preocuparse, dado que este proceso es normal en cualquier persona. Lo único es que es necesario mantenerse mentalmente activo, realizando actividades como leer, escribir o seguir un pasatiempo.

También es importante hacer suficiente ejercicio, dormir y nutrirse, dado que todas estas actividades son muy importantes para una función cerebral saludable, incluida la memoria.

Dejar ciertos malos hábitos es fundamental para conservar la memoria en óptimas condiciones, es por ello que eliminar el consumo de licor es fundamental. En cuanto a los olvidos, cuando se bebe demasiado alcohol, interrumpe la capacidad del cerebro para transferir recuerdos de corto a largo plazo.

La experta señala que el alcohol reduce considerablemente el tamaño de la materia gris, lo cual está asociado directamente a la pérdida significativa de la memoria. Como tal, tomarse una copa de vez en cuando no es malo; el peligro es transformar esto en algo rutinario y sin control.

Por otro lado, la falta de sueño también influye negativamente, lo cual implica que el descanso en la noche sea fundamental para tener la memoria saludable. No respetar al pie de la letra las etapas profundas del sueño genera que el ciclo de descanso se vea afectado y así, en consecuencia, la cognición se obstruya.

Durante el sueño, el cerebro activa el sistema glinfático, el cual elimina los desechos del cerebro para mantener el funcionamiento óptimo del sistema nervioso central cuando se está despierto. El insomnio genera entonces que este sistema no trabaje correctamente y así la recordación tiende a fallar.

Para evitar eso, la recomendación es dormir entre siete a nueve horas diarias. De igual modo, implementar una rutina de higiene es necesario para descansar correctamente toda la noche.