Vida Moderna
Así se puede usar miel y jengibre para dejar de roncar
Evitar consumir alcohol antes de dormir ayuda a no roncar.
Roncar mientras se duerme es indicio de un problema respiratorio, más allá de que genera incomodidad para dormir, los ronquidos se deben considerar como un síntoma importante para buscar ayuda de un profesional y lograr solucionar la afección.
Por lo general se producen cuando existe una obstrucción al paso de aire en la zona posterior de la boca y la nariz. “Cuando estas estructuras chocan las unas con las otras, se produce una vibración durante la respiración, generando el ruido típico del ronquido”, explica Sanitas, en su portal de salud.
De igual manera, explican que puede afectar especialmente a las personas con sobrepeso o aquellas que tienen antecedentes familiares.
En la actualidad, existen diversas alternativas que ayudan a combatir los ronquidos, algunos expertos mencionan alimentos cuyas propiedades favorecen a los tejidos de la garganta. Algunos de esos alimentos son la miel y el jengibre.
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Tanto la miel y el jengibre, según el portal Clarín, se deben mezclar para preparar un remedio natural. A estos ingredientes se le añade una taza de agua y la cáscara de una manzana.
Su preparación es sencilla. Se debe lavar y cortar en pequeñas rodajas el jengibre, se pone a hervir agua y cuando alcance el punto de ebullición se le agrega el jengibre, una cucharada de miel y las cáscaras de manzana. Luego, se cocina en un recipiente tapado durante aproximadamente diez minutos. Y, se apaga el fuego y se deja reposar unos instantes, sin quitar la tapa. Por último, se puede beber.
Ronquidos y trastornos del sueño
Los expertos de Mayo Clinic señalan que los ronquidos en algunos casos pueden estar relacionados con un trastorno del sueño como apnea obstructiva del sueño. Algunos de los síntomas asociados a este trastorno son los siguientes:
- 2 Pausas de respiración presenciadas durante el sueño.
- Somnolencia excesiva durante el día.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolores de cabeza por la mañana.
- Dolor de garganta al despertar.
- Sueño intranquilo.
- Jadeo o ahogo por la noche.
- Presión arterial alta.
- Dolor en el pecho por la noche.
- Tu ronquido es tan fuerte que interrumpe el sueño de tu pareja.
- En los niños, período de concentración reducido, problemas de comportamiento o bajo rendimiento en la escuela”.
Insomnio
Para algunas personas, dormir puede convertirse en un gran problema. Hay quienes dejan pasar esto desapercibido. Sin embargo, se le debe prestar atención, ya que puede indicar una afección como insomnio u otro tipo de trastornos relacionados con el sueño.
“El insomnio de corto tiempo puede ser causado por estrés o por cambios en sus horarios o en su entorno. Puede durar unos días o semanas. El insomnio crónico (de largo plazo) ocurre 3 o más noches por semana, dura más de 3 meses y no puede ser explicado completamente por otro problema de salud”, detalla el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.
Una de las señales más comunes de este trastorno es la dificultad de conciliar el sueño; sin embargo, hay otros que también están relacionados. En palabras de Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los síntomas del insomnio son los siguientes:
- Permanecer despierto por un largo tiempo antes de dormirse.
- Dormir solo por períodos cortos.
- Estar despierto durante gran parte de la noche.
- Sentirse como si no hubiera dormido nada.
- Despertarse demasiado temprano.
Es importante poder descansar, porque el cuerpo necesita recuperar energía. Además, mientras se duerme, el cerebro pasa por cinco fases de sueño. Estas son necesarias porque ayudan a que el cuerpo se sienta descansando y con energía para el día siguiente. Teniendo en cuenta la información de ese portal, a continuación, los beneficios de las fases del sueño:
- Sentirse descansado y con energía al día siguiente.
- Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos.
- Descansar el corazón y el sistema vascular.
- Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer. También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
- Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad.
- Evitar enfermarse o mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones).