Vida Moderna
Así se usa el vinagre de manzana con miel para rejuvenecer el rostro y eliminar arrugas
El consumo de alcohol, fumar y la mala hidratación son algunos factores que refuerzan la aparición de arrugas.
Las arrugas son una parte natural del envejecimiento y son más prominentes en la piel expuesta al sol, como la cara, el cuello, las manos y los antebrazos, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que los contaminantes y el tabaquismo también contribuyen a la aparición de arrugas.
Por tal razón, las personas recurren a productos cosméticos o técnicas quirúrgicas para reducir las arrugas que en ocasiones suelen ser costosas y en algunos casos traen consecuencias adversas, pero El Español reveló que el vinagre de manzana es ideal para rejuvenecer el rostro y eliminar arrugas, ya que es rico en compuestos alfa-hidroxiácidos, el cual ayuda con la eliminación de las células muertas de la piel.
De hecho, el vinagre lo pueden utilizar las personas con piel mixta o grasa, pero no es recomendable en las personas que tienen la piel sensible, ya que podría generar irritación.
Así las cosas, para obtener los beneficios hay que mezclar una cucharada de miel con una cucharada de vinagre de manzana hasta conseguir una pasta homogénea. Después, se aplica en el rostro y se deja actuando por 20 minutos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud (dermatólogo) para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Por su parte, como ya se mencionó, la exposición al sol, el tabaquismo y los agentes contaminantes son las principales causas de las arrugas. Por tal razón, la entidad sin ánimo de lucro recomendó limitar el tiempo que se pasa al sol, especialmente al mediodía, y usar siempre ropa protectora, como sombreros de ala ancha, camisas de manga larga y gafas de sol. Además, usar protector solar todo el año cuando se esté al aire libre.
Adicional, señaló que se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF) de al menos 15, ya que la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más.
Sobre la misma línea, es importante aplicarse abundante cantidad de protector solar, y volverlo a hacer cada dos horas, o con más frecuencia si se está nadando o transpirando.
De igual forma, recomendó que al seleccionar los productos para el cuidado de la piel, lo mejor es elegir aquellos con un protector solar de amplio espectro, lo que significa que bloquea tanto los rayos UVA como los UVB.
También, es importante seguir una dieta saludable que aumente la producción de colágeno y entre el tipo de alimentos que contienen colágeno se destacan los ácidos grasos, concretamente omega-3, 6 y 9, que ayudan a que las hormonas se regulen interviniendo en el proceso de producción del colágeno. Estos ácidos están presentes en alimentos como los frutos secos y el salmón.
Asimismo, otros alimentos que son recomendados para mejorar la producción son: los huevos, verduras, carnes rojas, pollo; cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras); frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba); ajo; hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada); tomates.
No obstante, hay otros alimentos que no contribuyen a mantener un buen nivel de colágeno, como el exceso de azúcar y los carbohidratos refinados, que pueden causar inflamación en el organismo y deteriorar el colágeno en el cuerpo, lo que también se ve reflejado en un deterioro en el estado de la piel, los huesos y los músculos. Por ende, se recomienda tener una dieta baja en azúcares y harinas refinadas, porque comer pan, galletas, caramelos, jugos artificiales, entre otros productos, contribuye al aumento de la glucosa en la sangre y el exceso de azúcar se engancha a algunas proteínas (elastina y colágeno entre ellas). Lo anterior hace que estas proteínas se vuelvan rígidas y las endurece, por un proceso denominado glicación.