SALUD
Atracones de comida: ¿por qué se dan y cómo evitarlos?
Muchas de las personas que padecen este trastorno alimentario tienen sobrepeso o son obesas.
Los atracones de comida se presentan cuando las personas que los padecen sufren un trastorno alimenticio. Esto ocurre cuando alguien come en exceso, de manera compulsiva y sin límites. Generalmente, las personas que padecen este trastorno sienten que no pueden dejar de consumir alimento, aunque no tengan hambre.
Los individuos con trastorno por atracón suelen usar los alimentos como un medio para hacer frente a las emociones o presiones subyacentes, precisa el instituto de investigaciones Mayo Clinic. Aunque todas las personas suelen comer en exceso de vez en cuando, lo que define el trastorno por atracón es el hecho de que este comportamiento se vuelve compulsivo y recurrente.
Cuando las personas tienen el trastorno de apetito desenfrenado, pueden sentirse avergonzadas por comer en exceso y prometer que van a dejar de hacerlo. Sin embargo, sienten una compulsión tan fuerte que no pueden resistir la necesidad de ingerir más y más alimento.
La mayoría de quienes padecen trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesos. Los síntomas cuando una persona se enfrenta a esta situación se reflejan en comer sin hambre; comer porciones muy grandes en poco tiempo; ingerir los alimentos muy rápido y comer solo o en secreto, precisa el portal Top Doctors, de España.
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Otras de las señales son sentirse culpable o avergonzado después de comer en exceso, dificultad para bajar de peso de forma saludable, sentirse deprimido, culpable o molesto por los hábitos alimentarios y hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.
A diferencia de una persona con bulimia, las personas que sufren de atracones de comida no suelen vomitar, ni usar laxantes y tampoco hacen ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comieron.
Es posible que estos consumidores intenten hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir la alimentación puede llevarlos a más atracones. La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana, aseguran los especialistas.
Factores de riesgo
De acuerdo con los especialistas, el trastorno de apetito desenfrenado es más común en mujeres que en hombres y si bien puede presentarse a cualquier edad, por lo general comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.
De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno:
- Antecedentes familiares. Es más probable que una persona padezca un desorden alimenticio si sus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
- Dieta. Muchas personas que se enfrentan a esta situación tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso, en especial si el individuo tiene síntomas de depresión.
- Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado tienen una mirada negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés, una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.
Atención médica
De acuerdo con expertos, si una persona tiene síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, lo mejor es que busque atención médica cuanto antes. Estos problemas pueden variar desde algo temporal a una situación recurrente, e incluso pueden persistir durante años si no se obtiene tratamiento.
Si la persona con este trastorno no quiere recurrir al médico, es importante que confíe en un amigo, un ser querido, un maestro o alguien en quien pueda apoyarse para dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso con el fin de evitar situaciones más complejas de salud, pues la obesidad puede derivar en enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, por ejemplo.
Una de las estrategias para ayudar en el proceso para superar el trastorno es fomentar y reforzar una imagen corporal saludable, independientemente de la figura.
Por otro lado, teniendo en cuenta que este puede ser un problema genético, también es clave hablar con los especialistas de los niños para que ayuden a identificar indicadores tempranos de un trastorno de la alimentación y se evite su desarrollo.