Vida Moderna
Avena y manzana: así se debe preparar para “atacar” el colesterol acumulado
El colesterol alto puede heredarse, aunque suele ser el resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable.
El colesterol es una sustancia que se encuentra en la sangre y es necesaria para formar células sanas, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
No obstante, hay que tener buenos niveles de colesterol, ya que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y, con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias.
Además, la entidad explicó que a veces esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Por ello, es importante hacerse exámenes de colesterol, y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) recomienda que los hombres entre 45 y 65 años y las mujeres entre 55 y 65 años se lo realicen una o dos veces al año.
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Ahora bien, si los resultados arrojan que el colesterol está elevado, es importante realizar cambios en los hábitos, pues de esta forma se pueden controlar los niveles y El Clarín reveló que la mezcla de manzana con avena es ideal, ya que la fibra que tiene actúa disminuyendo la absorción de grasas que provienen de la alimentación.
Así las cosas, para obtener los beneficios hay que licuar 1,5 de taza de leche de almendras o la de preferencia, una manzana y tres cucharadas de avena, y cuando se consiga una mezcla homogénea se consume, y preferiblemente en las mañanas.
Sin embargo, es importante señalar que la bebida mencionada debe ser un complemento de una dieta saludable que incluya diariamente al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Asimismo, la alimentación debe complementarse con ejercicio y hay que intentar hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio cinco veces a la semana o actividad aeróbica intensa durante 20 minutos tres veces a la semana.
De igual forma, otras recomendaciones son:
1. Dejar de fumar: de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, algunos beneficios inmediatos de dejar de fumar incluyen:
- Menor ritmo cardíaco y presión arterial.
- Menos monóxido de carbono en la sangre (el monóxido de carbono reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno).
- Mejor circulación.
- Menos tos y sibilancias.
2. Beber alcohol con moderación: para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día, para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Tipos de colesterol
- Colesterol total: cantidad total de colesterol en la sangre. Incluye ambos tipos: colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés) y colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés).
- Colesterol malo (LDL): el que se acumula en las arterias y las obstruye.
- Colesterol bueno (HDL): el que ayuda a eliminar el colesterol de las arterias.
- No-HDL: este número es el colesterol total menos el colesterol bueno (HDL). El colesterol no-HDL incluye el colesterol malo (LDL) y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL).