Vida moderna
Azúcar alta: ¿cómo detectar los síntomas de la glucemia alterada?
Es importante iniciar un tratamiento oportunamente.
La diabetes es una enfermedad crónica, la cual puede causar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de miembros inferiores. Según indica la Organización Mundial de la Salud, en el 2019 fue la novena causa de muertes en el mundo.
En algunas personas puede que no se manifiesten síntomas, sino hasta cuando la enfermedad ya está avanzada. Por eso, los expertos recomiendan realizar exámenes de sangre regularmente para observar los niveles de glucosa en la sangre.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala los síntomas que pueden ayudar a identificar problemas en la glucosa:
Sed excesiva y aumento de la micción: al tener niveles altos de glucosa en la sangre, los riñones deben realizar un mayor esfuerzo para filtrar y absorber el exceso de azúcar. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “el exceso de glucosa se excreta en la orina y arrastra los líquidos de los tejidos, lo que te deshidrata. Esto por lo general te provocará sed”.
Fatiga: los niveles elevados de glucosa afectan la capacidad del organismo para cubrir las necesidades energéticas del cuerpo humano.
Pérdida de peso: por la micción frecuente, la persona también puede perder calorías.
Visión borrosa: la diabetes puede afectar la visión, pues los niveles elevados de azúcar extraen líquido de los tejidos del cristalino de los ojos, dificultando la acción de focalizar.
Llagas de curación lenta o infecciones frecuentes: los niveles altos de azúcar pueden provocar que haya un flujo sanguíneo deficiente y puede contribuir a que el proceso de curación natural del cuerpo se altere. Esto puede contribuir a que úlceras e infecciones se demoren en sanar.
Hormigueo en manos y pies: la glucosa alta puede afectar el buen funcionamiento de los nervios y provocar entumecimiento en las manos o pies.
Encías rojas, inflamadas y sensibles: con la diabetes el cuerpo puede disminuir su capacidad para combatir los gérmenes y sufrir mayores infecciones en las encías.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan la importancia de identificar los síntomas e iniciar un tratamiento oportunamente para evitar complicaciones en la salud. “Todavía no existe una cura para la diabetes, pero se puede reducir mucho el efecto que tiene sobre la vida si se practican hábitos de estilo de vida saludables, se toman los medicamentos según sea necesario, se obtiene información sobre el automanejo de la diabetes y no se falta a las citas con el equipo de atención médica”.
Tipos de diabetes
- Diabetes tipo 1: este tipo de diabetes es la menos común. Se puede presentar en cualquier edad, pero la suelen padecer, por lo general, niños, adolescentes o adultos jóvenes. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina, el cuerpo no produce o produce en cantidades mínimas. Para esta diabetes se requiere de inyecciones diarias de insulina (la hormona que transporta la glucosa). Aún no se conoce la causa médica de esta enfermedad y tampoco se puede prevenir, debido al poco conocimiento que se tiene sobre ella. Algunos de los síntomas de este tipo de diabetes es hambre constante, pérdida de peso, trastornos de la visión.
- Diabetes tipo 2: este tipo de diabetes es el más usual. Por lo general se presenta en la edad adulta (sobrepeso), sin embargo, en la actualidad se presenta cada vez más en los niños. En esta enfermedad el cuerpo es resistente a la insulina y no usa como debería. Aunque se diagnostica en adultos con obesidad, no todas las personas con diabetes tipo 2 son obesas. Esta enfermedad tiene síntomas similares a los de la diabetes tipo 1, pero se presentan de forma silenciosa. En algunos casos, las personas no saben que tienen diabetes de este tipo y se les diagnostica mucho tiempo después, lo que aumenta los riesgos y las complicaciones en el organismo.
- Diabetes gestacional: este tipo de diabetes aparece en el embarazo. Esta enfermedad aumenta el riesgo de que se presenten complicaciones en parto. Al mismo tiempo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en un futuro.