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Vida Moderna

Azúcar alta: el suplemento que ayuda a regularla naturalmente

En 2019 la diabetes fue directa responsable de 1,5 millones de defunciones en el mundo, según la OMS.

30 de mayo de 2022

La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre es demasiado alto, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Además, la diabetes no tiene cura, pero una persona con esa afección puede tomar medidas para controlar su enfermedad y mantenerse sana.

Por ello, la agencia Europa Press reseña que una nueva investigación publicada en la revista ‘BMJ Open Diabetes Research & Care’ ha demostrado que beber una pequeña cantidad de proteína de suero de leche antes de las comidas ayuda a las personas con diabetes de tipo 2 a controlar sus niveles de azúcar en sangre.

“Creemos que la proteína de suero actúa de dos maneras: en primer lugar, ralentizando la rapidez con la que los alimentos pasan por el sistema digestivo y, en segundo lugar, estimulando una serie de hormonas importantes que evitan que los azúcares en sangre suban tanto. A medida que vemos que un número creciente de personas en todo el mundo desarrolla diabetes, investigar el potencial de las alternativas a los fármacos, como los complementos alimenticios, cobra mayor importancia”, dijo el doctor Daniel West, profesor titular e investigador principal del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y del Grupo de Investigación sobre la Diabetes de la Universidad de Newcastle (Reino Unido).

No obstante, al igual que con cualquier alimento o suplemento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de las propiedades de ya nombradas, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, de acuerdo con el portal de salud KidsHealth tener demasiado azúcar en la sangre durante largos periodos de tiempo puede causar problemas de salud graves si no se trata, pues puede dañar los vasos sanguíneos que llevan sangre a órganos vitales, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedades de corazón, accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales, problemas en la vista y problemas neurológicos.

El verdadero problema del azúcar | Educando ConCiencia, con el Dr. Carlos Jaramillo

Estos problemas no suelen afectar a niños ni adolescentes que hace pocos años padecen una diabetes, pero pueden aparecer en la etapa adulta en algunas personas con diabetes, sobre todo si no se han tratado o no han controlado bien su enfermedad.

En consecuencia, para saber si se tiene el azúcar alta, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.

Cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre. Por tal razón, se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa en ayunas es de 126 mg/dl (7.0 mmol/L) o superior en dos exámenes diferentes. Los niveles entre 100 y 125 mg/dl (5.5 y 7.0 mmol/L) se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Estos niveles son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.

Asimismo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló algunos de los signos y síntomas de la diabetes:

  • Aumento de la sed.
  • Micción frecuente.
  • Hambre extrema.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
  • Fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Visión borrosa.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.