B1525: la nueva variante encontrada en Gran Bretaña

Las noticias sobre nuevas variantes siguen preocupando a los científicos. En Gran Bretaña los expertos acaban de detectar una nueva variante del coronavirus que tiene un preocupante número de mutaciones. La nueva cepa es conocida como B1525, y gracias a las pruebas genéticas se pudo establecer que hay al menos 33 casos de infectados con ella, según expertos de la Universidad de Edinburgo. El primer caso podría haber sucedido en ese país en diciembre 15 del año pasado. A los 15 días, a finales de diciembre, se detectó en Nigeria.

Todo esto sugiere que la variante está circulando desde hace algún tiempo en el mundo. De hecho, ha sido identificada en 11 países diferentes hasta hoy. El país con mayor número de casos de esta variante es Dinamarca, con 35 casos en total, donde se despliega uno de los programas de vigilancia genética del virus más robustos. En Gran Bretaña hay 33 y en Nigeria 12.

Esto solo muestra la rapidez con las que estas variantes hoy viajan por el mundo gracias al turismo, que si bien está restringido por la pandemia, aún sigue activo.

La gran preocupación de B1525 es que contiene la mutación E484K, la misma que al parecer debilita la acción de las vacunas existentes y por eso es una de las que más dolores de cabeza genera a los científicos. Es la misma mutación que se ha visto en variantes del virus conocidas como de Suráfrica y de Brasil.

Pero más preocupante aun es que tiene otras dos mutaciones. En pruebas de laboratorio una mostró que incrementa la habilidad del virus para infectar a nuevas células, mientras que la otra parece lograr que algunos anticuerpos del organismo no trabajen de manera tan efectiva.

Sin embargo, aún es necesario hacer más investigación para saber qué tan preocupante puede ser esta variante. Para eso un comité británico de expertos examinará la información y dará un dictamen sobre esta nueva cepa. Por ahora, los científicos están en la actitud vigilante frente a la variante. La estrategia de Public Health England para hacer frente a los brotes de variantes preocupantes es el procesamiento de hisopos para leer el código genético del virus. En la actualidad, se analiza aproximadamente una séptima parte de todos los hisopos.

En estos casos, hacer pruebas es de suma importancia, a pesar de que las infecciones están bajando en ciertos países debido a la vacunación, son clave para poder trazar la ruta de las personas infectadas y vigilarlas para ver cómo se comporta el virus.

Para contener las nuevas variantes, lo ideal sería hacer pruebas más seguimiento de contactos para tratar de contener esta y todas aquellas que llevan la mutación E484K, que es la que debilita la acción de las vacunas que hoy están disponibles.

Esta variantes, al parecer, no tendrían una mutación clave conocida como N501Y, que supuestamente contribuye a la facilidad de infección, como se ha visto con la variante de Kent. Aun así podría causar problemas si se deja propagar sin control.

Otros expertos, como Jonathan Stoye, del Crick Institute de Londres, le dijo al diario The Times que la B1525 no había mostrado hasta el momento el tipo de propagación acelerada que demostró la variante de Kent a fines del año pasado. Por eta razón está más preocupado por la llamada variante Bristol, una cepa donde la variante Kent ha adquirido la mutación E484K.

La aparición de nuevas variantes seguirá sucediendo mientras se hace el proceso de vacunación. Esto es así, porque a pesar de que cada vez hay más vacunas, sigue habiendo personas vulnerables al virus que se infectan y el virus aprovecha esa oportunidad para mutar. Algunas podrían generar preocupación como este, pero se espera que con la ayuda de los proceso de vacunación, el mundo le gane esta batalla al coronavirus.

Aunque no se espera que el virus desaparezca de la faz de la tierra, lo importante en este momento es controlar la pandemia para que la vida pueda volver a cierta normalidad. Hay que tener esperanza en que con estas vacunas y las que están por venir eso se logrará.