Probióticos
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Batido de yogur para adelgazar y reducir el abdomen

Los expertos recomiendan optar por yogures naturales, pues estos no contienen azúcar agregada.

5 de agosto de 2022

Para bajar de peso hay que tener constancia y, según expertos, es importante tener un déficit calórico, que es cuando se consumen menos calorías de las que se gastan en el día a día.

Además, muchas personas cuando buscan adelgazar su meta es reducir el abdomen, pero la grasa abdominal es una de las más difíciles de eliminar cuando se comienza el proceso, ya que la grasa del vientre no se limita a la capa extra de relleno ubicada justo debajo de la piel (grasa subcutánea), pues también incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

No obstante, que sea difícil no quiere decir que no se pueda y por ello en la búsqueda del objetivo se pueden consumir bebidas que ayudan a llegar la meta como lo es el consumo del batido de yogur, pero este no debe reemplazar ninguna comida y se debe consumir como complemento diario.

Así las cosas, para prepararlo, se deben licuar un yogur desnatado y natural, dos rodajas de piña, el zumo de una naranja, un puñado de espinacas y una cucharada de chía.

De todos modos, antes de consumir el batido, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, otras recomendaciones para bajar de peso y reducir el abdomen son:

  • Realizar actividad física y entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. Además, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Lo vital es que se tenga un gasto energético.
  • Tener una alimentación balanceada y saludable que incluya frutas, verduras, proteínas, grasas y carbohidratos.
  • Comer cinco veces al día, pero porciones pequeñas para no exceder el consumo de calorías y es importante tener en cuenta que la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
  • Consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.
  • Eliminar el alcohol y los refrescos, porque ambos tienen un alto contenido calórico y para perder peso, como ya se dijo, es clave tener un déficit calórico.
  • Tomar agua, aunque el consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve.

De otro lado, Mayo Clinic, reveló que para perder peso es importante estar seguro de la decisión, ya que la pérdida de peso a largo plazo requiere tiempo y esfuerzo, y un compromiso y por ello, sugirió hacerse las siguientes preguntas para determinar el nivel de preparación:

  • ¿Estoy motivado para bajar de peso?
  • ¿Estoy demasiado distraído por otras presiones?
  • ¿Utilizo la comida como medio para hacer frente al estrés?
  • ¿Estoy listo para aprender o utilizar otras estrategias para hacer frente al estrés?
  • ¿Necesito otro tipo de apoyo, ya sea de amigos o profesionales, para manejar el estrés?
  • ¿Estoy dispuesto a cambiar mis hábitos de alimentación?
  • ¿Estoy dispuesto a cambiar mis hábitos de actividad?
  • ¿Tengo el tiempo necesario para hacer estos cambios?