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Bayas de Goji: ¿cómo consumirlas para cuidar la piel?
Estos frutos son fuente de fibra y vitaminas del grupo B.
Conocida como la fruta de la inmortalidad, las bayas de Goji son una buena fuente de proteína vegetal completa, ya que aportan los ocho aminoácidos esenciales que requiere el organismo.
También conocidas como Goji berry, son el fruto de dos plantas nativas de Asia llamadas Lycium chinense y Lycium barbarum. Son una buena fuente de fibras, vitaminas B1, B2 y B3, así como de minerales como el cobre, magnesio, manganeso y selenio, por lo que ayudan a fortalecer el sistema inmune, evitan el surgimiento de enfermedades crónicas y previenen el envejecimiento prematuro de la piel, según información del portal de bienestar y salud Tua Saúde.
El sitio web Cuerpo Mente indica que estos frutos contienen un 10 % de fibra, 65 % de carbohidratos y solo un 10 % de grasas, en su mayoría insaturadas, y principalmente ácido linoleico, por lo que son ideales para incluirlas dentro de una dieta saludable.
Sus diversas propiedades les permiten brindarle beneficios al organismo. Por ejemplo, una de sus principales bondades es que son ideales para cuidar la piel. Debido a su elevado contenido en carotenoides, polifenoles, polisacáridos y trazas de minerales que ralentizan el envejecimiento celular, las bayas de Goji reducen el estrés oxidativo en el cuerpo, una de las mayores causas del envejecimiento.
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Según el portal Cuídate Plus consumir de 20 a 30 gramos diarios de estas bayas tiene efectos antienvejecimiento, protectores de la vista y la piel.
El consumo regular de bayas de Goji ayuda a a cuidar la piel debido al amplio contenido de vitamina C, un micronutriente que favorece la formación de colágeno y ayuda a darle firmeza y elasticidad, evitando la formación de arrugas y líneas de expresión.
Otros beneficios
La misma vitamina C es buena para fortalecer el sistema inmunológico. Tua Saúde indica que estos frutos ayudan a aumentar las defensas del organismo, así como a reducir su inflamación por su acción antioxidante, estimulando las células del sistema inmune y previniendo el surgimiento de enfermedades como la gripa y los resfriados.
De igual forma, estas bayas son ricas en carotenoides, principalmente la zeaxantina y betacarotenos, siendo este último un precursor de la vitamina A, que ayuda a mantener la salud ocular y a prevenir el surgimiento de retinopatías, degeneración macular y cataratas.
El portal Cuerpo Mente asegura que este fruto puede prevenir la ceguera nocturna, pues ayuda a reducir el tiempo necesario de adaptación de la visión a la oscuridad. Debido a su elevado contenido en antioxidantes, protege de la exposición a los rayos ultravioletas y ayuda a prevenir el daño provocado por el estrés oxidativo en los ojos.
Adicionalmente, como resultado de sus efectos antioxidantes, de su aporte de fibra y su contenido de selenio, la ingesta de bayas de Goji podría ayudar a disminuir el colesterol LDL, conocido como malo y aumentar el colesterol bueno, que es el HDL, previniendo así el surgimiento de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, infartos o un accidente cerebrovascular.
Por último, otra de sus bondades es que ayudan en la pérdida de peso, debido a que aportan pocas calorías y mejoran la digestión, aumentando la sensación de saciedad gracias a su contenido de fibras. Además, poseen vitaminas del complejo B, que son micronutrientes importantes para el buen funcionamiento del metabolismo y para obtener energía de los alimentos.
¿Cómo se pueden consumir?
Las bayas de Goji, de sabor agridulce y textura gomosa, se pueden comer crudas, desecadas o cocidas. Con ellas se pueden elaborar zumos de frutas y batidos.
En China las usan en sopas, cremas y ensaladas, y también elaboran con ellas un vino dulce muy apreciado, según Cuerpo Mente, portal que recomienda un zumo de hojas de aloe, mango, lima, naranja, limón y bayas de Goji, el cual puede agregar un importante cóctel de vitaminas en el desayuno.
No obstante, es importante tener en cuenta algunas contraindicaciones. Las personas con presión alta y con diabetes deben consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.