Vida Moderna
¿Bostezos seguidos? Estas son las tres razones por las que hay que prestarle atención
El bostezo está involucrado con la termorregulación del cerebro.
Las personas bostezan cuando están cansadas, cuando se despiertan en la mañana, cuando tienen sueño o están aburridas. Este es un acto involuntario mediante el cual el cuerpo realiza una inhalación profunda y prolongada de aire.
El bostezo puede crear relajación y calma en el sistema nervioso central. Según el portal Cuerpo Mente, es un arma antiestrés que oxigena el cerebro y por ello durante el día es bueno provocarlo cuando existen momentos de presión y de estrés. “Una gran entrada de aire seguida de un tiempo de apnea hace que el diafragma se estire y los pulmones se llenen de aire. Luego de esto viene una profunda sensación de bienestar”, señala.
Por otro lado, el portal Salud Digital cita una investigación mediante la cual se descubrió que el bostezo está involucrado en la termorregulación del cerebro, que lo ayuda a mantener su temperatura interna central. Asimismo, estos expertos determinaron que los bostezos precedieron a los aumentos en la temperatura cerebral.
Si bien se trata de un comportamiento normal y natural, que incluso puede ser tomado como de mala educación si se presenta en público, existen oportunidades en las que una persona puede bostezar más de lo normal, a lo que se le denomina bostezo excesivo, que puede indicar algún tipo de enfermedad.
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En este sentido, según el portal del Hospital Alemán existen tres razones a las que hay que prestarle atención cuando los bostezos se presentan con anormalidad.
La primera razón, según la plataforma mencionada, puede deberse a una “reacción vasovagal (estimulación del nervio vago), causada por ataque cardíaco o disección de aorta, es decir, un desgarro en la capa interna de la principal arteria del cuerpo. Una reacción vasovagal es un proceso del cuerpo que puede hacernos bostezar”
La segunda razón se puede deber al surgimiento de un tumor en el cerebro o un accidente cerebrovascular. Y, por último, la tercera razón puede estar relacionada con problemas con el control de la temperatura corporal.
¿Cómo hacer que llegue más oxígeno al cerebro de manera natural?
LatinAmerican Post recomienda estas actividades para mejorar el funcionamiento del cerebro:
Caminatas diarias y ejercicio físico
“En la página oficial de Time Health el ejercicio físico es recomendado para reducir los riesgos en las personas de pérdida de memoria y enfermedad de Alzheimer, incluso para aquellos que por condición genética tienen más riesgo a padecerla”, explica el mencionado sitio web.
Realizar actividad física permite mayor entrada de oxígeno al cerebro a causa del aumento del flujo sanguíneo. “No obstante, los médicos concuerdan en recomendar la caminata, debido a que permite un aumento del bombeo de la sangre sin la extenuación del ejercicio físico que restaría una cantidad de oxígeno importante destinada al cerebro”, advierte LatinAmerican Post.
El yoga y una respiración adecuada
“El yoga como disciplina viene acompañado a su vez de ejercicios de pranayama (técnicas ancestrales de respiración) que permiten a través de sus pausas y metódicos adiestramientos del sistema respiratorio mantener la región cerebral en equilibrio”, explica LatinAmerican Post sobre los beneficios que le entrega al cerebro este arte milenario originado en la India.
Según el portal Medline Plus, “las células del cerebro son extremadamente sensibles a la falta de oxígeno, por lo que necesitan un suministro constante de este elemento y otros nutrientes para funcionar correctamente”, según este sitio web, en los casos más graves se puede desarrollar hipoxia cerebral, lo que incrementa el riesgo de muerte o un daño grave.
Otros síntomas más leves que genera la falta de oxígeno en el cerebro, pero que no dejan de ser nocivos para el organismo, son: sensaciones como cansancio, depresión o poca concentración, de acuerdo con un artículo de Chic Magazine.