Vida Moderna
Café: ¿cómo su consumo puede ayudarlo a mejorar su tránsito intestinal?
La cafeína tarda pocos minutos en llegar al cerebro y su efecto dura entre cuatro y seis horas
La cafeína es muy útil para inhibir la sensación de sueño y para dar la energía suficiente para continuar con las tareas diarias, según la universidad sueca de Linkoping.
“Aunque el consumo de cantidades moderadas de café es beneficioso, puedes estar bebiendo más del que necesitas. Todo depende de cada persona. Algunas son extremadamente sensibles a los efectos de la cafeína y con una taza de café pueden sufrir insomnio. Otras, por el contrario, pueden beber más de diez al día sin notar efectos negativos. Por esta razón es difícil calcular en qué cantidad la cafeína puede ser negativa”, explicó la universidad.
Asimismo, señaló: “Lo recomendable es tomar menos de 500 miligramos de cafeína al día, lo equivalente a cuatro o cinco tazas de café solo. Una cantidad mayor suele estar relacionada con aceleración cardíaca, insomnio, irritabilidad, visión borrosa y mareos”.
Además, el portal de salud del Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés) asegura que los expertos recomiendan que algunas personas eviten la cafeína. Por ejemplo, personas con problemas intestinales como reflujo ácido, personas que tienen problemas para dormir y personas que tienen presión arterial alta o problemas cardiacos.
Dicho lo anterior, un estudio realizado por la Universidad de Utrech de Países Bajos reveló que el café es ideal para acelerar los procesos digestivos, pues esta bebida funciona como activador de la función colónica y eso sucede por una sustancia que contiene el café llamada ácido clorogénico y para que surja efecto lo ideal es tomarse el café en las mañanas.
No obstante, las personas que con síndrome de colon irritable cuando consumen el café de esta forma, suele tener un efecto laxante.
Por su parte, en términos de pureza, la recomendación es consumir café en granos o molido, dado que, a diferencia del café instantáneo, este no ha sido sometido a ningún proceso industrial que altere sus componentes aromáticos y nutricionales; tampoco lo mezclan con otro tipo de café de menor calidad con el objetivo de generar más demanda debido a su precio.
Además, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la cafeína no se acumula en el torrente sanguíneo ni se almacena en el organismo, pues esta sale del cuerpo en la orina muchas horas después de haber sido consumida.
De otro lado, un estudio de la universidad española Miguel Hernández de Elche (UMH) concluye que beber más de dos tazas de café al día reduce en un 44 % el riesgo de muerte a largo plazo a causa de diversas enfermedades, incluido el cáncer.
La investigación, que ha sido publicada recientemente por investigadores de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la UMH en la revista especializada Nutrients, señala que se evaluó la asociación entre el consumo habitual de café y las causas de mortalidad cardiovascular y por cáncer en una población adulta en España, teniendo en cuenta tanto la cantidad como el tipo de café consumido a través de una encuesta autonómica de Nutrición y Salud.
Según los resultados arrojados por la investigación, el 78 % de la población adulta participante en el estudio toma café a diario y su consumo habitual está asociado significativamente con una menor mortalidad por todas las causas.
Además, otra nueva investigación, pero esta fue publicada en la revista British Medical Journal Open, reveló que el consumo de café tiene la capacidad de reducir el riesgo de cáncer de próstata.
El análisis arrojó que el consumo alto de café estuvo “significativamente asociado con un menor riesgo de cáncer de próstata”, en comparación con la categoría del más bajo consumo.
Estos son algunos de los beneficios del café:
1. Disminuye el nivel de cansancio.
2. Favorece la capacidad atencional y de aprendizaje.
3. Posee un efecto protector ante ciertas demencias y enfermedades.
4. Acelera el metabolismo.
5. Efecto diurético y antioxidante.
Posibles efectos secundarios:
1. Insomnio.
2. Ansiedad y síndrome de abstinencia.
3. Agitación.
4. Estrés.
5. Efectos cardiacos.