Tomar café
Consumir café con el estómago vacío puede generar problemas digestivos. | Foto: Getty Images

SALUD

Café: razones por las cuales no se debe tomar con el estómago vacío

Este alimento se caracteriza porque posee un elevado contenido de antioxidantes y otros nutrientes estimulantes como la cafeína.

25 de marzo de 2022

Es muy común y tradicional que muchas personas en el mundo recurran al café como la primera bebida o alimento del día. Su aroma y sabor lo hacen irresistible para millones de consumidores.

Esta bebida, que se obtiene de los granos molidos y tostados de la planta que lleva su mismo nombre, se caracteriza porque posee un elevado contenido de antioxidantes y otros nutrientes estimulantes como la cafeína.

Investigaciones científicas han concluido que este alimento ayuda a prevenir el cansancio y algunas enfermedades como el cáncer. También se ha encontrado que el café actúa contra la depresión, mejorando el humor y la buena disposición, a la vez que favorece la pérdida de peso, indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

No obstante, el exceso de cafeína puede aumentar la presión arterial en personas que son sensibles a la misma, que fuman o tienen elevados niveles de ansiedad o estrés, por lo que su consumo debe ser moderado.

Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard indica que para la mayoría de la gente que bebe café con moderación, este puede ser parte de un estilo de vida saludable.

Taza de café con leche aislado sobre fondo blanco con trazado de recorte
El café puede generar acidez si se toma antes de consumir algún alimento sólido. | Foto: Getty Images/iStockphoto

No obstante, también puede ocasionar algunas afecciones de salud y, principalmente, si se consume con el estómago vacío, pues puede tener consecuencias en el sistema digestivo. Las investigaciones indican que el café puede acelerar la producción de ácido en el estómago y, si antes la persona no ha ingerido nada, este podría dañar el revestimiento del estómago y causar indigestión o acidez estomacal.

Los alimentos de naturaleza ácida, como el café, irritan la mucosa gástrica, incrementando las papeletas de acidez: el pH promedio del café está entre 4.85 y 5.13, según una investigación publicada en la revista Nature.

También el descafeinado

Un artículo publicado en el diario El Confidencial, de España, indica que incluso si se trata de un café descafeinado, esta situación se puede presentar. Adicionalmente, puede causar nerviosismo, temblores e, incluso, cambios en el estado de ánimo.

La publicación cita al doctor Adam Simón, fundador y director clínico de AJ Primus Healthcare, un servicio de médicos de cabecera privados, quien asegura que beber café con el estómago vacío puede aumentar los síntomas de ansiedad, así como incrementar la frecuencia cardíaca, la irritabilidad e incapacidad para concentrarse.

Expertos recomiendan granos de café que sean tostados y oscuros, pues estos producen más cantidad de antioxidantes. Foto: Getty images.
La cafeína puede generar estrés y nerviosismo. | Foto: Foto: Getty images.

Por otro lado, el consumo de café antes de haber ingerido otra cosa podría elevar los niveles de azúcar en la sangre, algo que no sucede con las personas que desayunaron antes, según confirma un pequeño estudio publicado en la revista científica British Journal of Nutrition.

Por otro lado, otro estudio publicado en la revista médica Clinical Gastroenterology and Hepatology, y citado por el portal Businees Insider, mostró que quienes sustituyeron dos porciones de café al día por dos porciones de agua experimentaron un riesgo reducido de reflujo ácido. A largo plazo, el problema puede causar esofagitis, dañar el revestimiento del esófago e incrementar el riesgo de cáncer de esta parte del cuerpo.

Las recomendaciones de los expertos apuntan a que el hábito de consumir café con el estómago vacío se cambie por la ingesta de otros alimentos como plátanos maduros, avena, huevos, fruta (no cítricos) y tostadas integrales. Además, porque los azúcares o cremas que se añaden al café suelen ser desencadenantes de reflujo y de acidez de estómago para algunas personas.

No obstante, esto depende de la genética, según indican los expertos, pues quienes metabolizan la cafeína más rápido sufren menos sus efectos, mientras que los que la procesan más lento experimentan consecuencias más fuertes que duran más tiempo y que pueden tener más impacto en su sistema digestivo.