Vida moderna
Caída del cabello: los suplementos que ayudan a detenerla de manera natural
La biotina estimula la producción de queratina y puede aumentar la tasa de crecimiento de los folículos.
La pérdida del cabello puede afectar solo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo, y puede ser temporal o permanente. Incluso, podría ser el resultado de la herencia, cambios hormonales, afecciones médicas o una parte normal del envejecimiento. Cualquiera puede perder el pelo de la cabeza, pero es más común en los hombres.
Normalmente las personas pierden aproximadamente 100 cabellos de la cabeza todos los días. El cuero cabelludo contiene alrededor de 100,000 cabellos, además, se presenta gradualmente y puede suceder por parches o generalizada (difusa), según el portal especializado en salud, MedlinePlus.
Por eso, si no se obtienen suficientes nutrientes en la dieta, esto puede afectar la tasa de crecimiento del cabello y causar rotura; y en el peor de los casos, puede contribuir a que el cabello se caiga desde la raíz, según el portal Terra, en su sección de belleza y salud.
Tendencias
Diferencias entre la calvicie masculina y femenina
En España, el 50 % de la población masculina padece alopecia a los 50 años, y este porcentaje aumenta un 10 % cada diez años. En el caso de las mujeres, hasta los 40 años pueden sufrirla un 15 %. Después de los 40, alrededor del 40 %, según el portal especializado en salud y bienestar, Saber Vivir.
La diferencia entre la calvicie masculina y la calvicie femenina es que la pérdida inicial de cabello comienza en zonas distintas del cuero cabelludo.
- En el caso del hombre, el pelo se empieza a perder en la coronilla y entradas para luego seguir avanzando hasta que solo queda pelo en la nuca.
- En la alopecia femenina, la primera zona afectada es la parte superior del cuero cabelludo.
Vitamina D
- Se dice que es una de las mejores para una mejor calidad de cabello y piel. Esta vitamina es uno de los suplementos más útiles cuando se trata de verse bien.
- La vitamina D proviene de la exposición al sol, pero muchas personas no obtienen lo suficiente para producir la vitamina D que necesitan para cultivar una larga y fortalecida cabellera.
- Los suplementos regulares disponibles en las farmacias son excelentes para aumentar su ingesta, pero también se puede aumentar su consumo comiendo pescado graso y bebiendo leche fortificada.
Biotina
- La biotina, también conocida como vitamina B7, ayuda a convertir ciertas células en energía y juega un papel importante en la salud de la piel, las uñas y el cabello.
- La biotina estimula la producción de queratina y puede aumentar la tasa de crecimiento de los folículos.
- Sin embargo, no se almacena en el cuerpo y necesita obtenerla de fuentes externas: las yemas de huevo, los alimentos integrales y la carne son excelentes fuentes de biotina, así como también suplementos de venta que se encuentran en cualquier farmacia.
- Cabe recordar que se debe consultar al médico sobre la ingesta de suplementos de vitaminas B ya que un exceso no es saludable.
Zinc
- El zinc juega un papel importante en la producción de proteínas para el cabello y otras células.
- El cuerpo no produce zinc como lo hace con otras vitaminas y minerales esenciales, y una señal de no tener suficiente zinc puede incluir la caída del cabello.
- Los suplementos de zinc están ampliamente disponibles y también se pueden obtener al comer carne, legumbres, nueces y semillas.
Hierro
- Los glóbulos rojos que contienen hierro transportan oxígeno por todo el cuerpo.
- Una señal de no tener suficiente hierro es el adelgazamiento y la caída del cabello, así como la fatiga y la piel pálida y apagada.
- Las mujeres tienden a tener un mayor riesgo de deficiencia de hierro, pero esto se puede solucionar fácilmente con suplementos o comiendo carne roja y verduras de hoja como la espinaca o la acelga.
Recomendación: consultar con el médico si se nota una pérdida del cabello repentina o en parches, o si hay más caída que la habitual cuando este se peina o lava. La pérdida repentina del cabello puede ser signo de una afección preexistente que puede requerir tratamiento.