SALUD
Calambres constantes, entre los primeros síntomas del dolor neuropático
Esta dolencia puede generar problemas para dormir, irritabilidad y dificultad de movimiento de las zonas afectadas.
El dolor neuropático es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central y cuya falta de tratamiento puede afectar de manera permanente la calidad de vida de quien lo padece.
Entre los síntomas que suele desarrollar esta enfermedad están: corrientazos, ardor, calambres, dolor desproporcionado y una extrema sensibilidad ante estímulos mínimos como el roce de la ropa o el tacto. Por lo general, esta sintomatología se desarrolla en una zona específica del cuerpo, en un área que no es mayor al tamaño de una hoja de papel y se le conoce como dolor neuropático localizado.
Los expertos afirman que los pacientes con enfermedades preexistentes son más propensos a desarrollar este padecimiento. La especialista en medicina física y rehabilitación, Luisa Fernanda Gutiérrez, señala que la mayoría de consultas asociadas a dolor neuropático localizado que atiende son de personas que padecen enfermedades metabólicas como la diabetes, que tuvieron infecciones como el herpes zoster (conocido popularmente como culebrilla) o que se sometieron a intervenciones quirúrgicas como amputaciones, mastectomías, entre otras.
“El aumento del azúcar en la sangre en un paciente diabético, los cortes producto de una cirugía o las lesiones en la piel ocasionadas por este tipo de herpes, provocan daños en nervios que posteriormente pueden afectar a otros más grandes y generar dolor”, afirma.
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La especialista aclara que si bien estas son las principales causas del dolor neuropático, hay otras más: “La realización de actividades manuales repetitivas o el cambio en las dinámicas laborales que incrementaron el uso del celular y los computadores durante largas jornadas, muchas veces sin realizar pausas activas, pueden comprimir el nervio mediano –que atraviesa palma y muñeca– y generar adormecimiento, calambres en los dedos o el síndrome del túnel del carpio, lo que a futuro produce estos dolores localizados”.
La llegada de la covid-19 también supuso un aumento en el número de pacientes con dolor neuropático localizado. De acuerdo con la galena, algunos individuos que lograron superar el coronavirus, quedaron con secuelas, pues al permanecer largos periodos de tiempo en una misma posición, los nervios se vieron afectados. Gutiérrez explica que algunos pacientes manifestaron sentir choques o pequeñas descargas.
La clave está en el diagnóstico oportuno de esta enfermedad. La doctora María Patricia Gómez, especialista en dolor y secretaria académica de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), asegura que el diagnóstico en la etapa temprana del dolor neuropático es esencial para evitar la cronificación y el daño nervioso permanente.
“El dolor neuropático no es fácil de describir por quienes lo sufren y es fundamental la experiencia y el conocimiento de quien hace la valoración para entender sus características, por ello es indispensable que se amplíe la formación en dolor crónico de los profesionales médicos y que se mejoren los sistemas públicos de salud para que el diagnóstico pueda darse desde la atención primaria”, afirma Gómez.
Esta dolencia puede generar problemas para dormir, irritabilidad y dificultad de movimiento de las zonas afectadas, afectando la calidad de vida. A la fecha no se tienen cifras concretas sobre el número de personas que sufren de esta dolencia en Colombia, sin embargo, los expertos de FEDELAT –de la cual el país es miembro–, estiman que 13 millones de personas en América Latina lo padecen, de los cuales el 60 % lo experimenta de manera localizada.