Vida moderna
Los hábitos que ayudan a prevenir el cáncer de mama
Es importante tener un estilo de vida saludable para contribuir a la salud integral.
El cáncer es una enfermedad crónica en la que ocurre un crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo humano. El de mama es el tipo más común.
“El cáncer de mama puede comenzar en distintas partes de la mama. Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. El tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. La mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos”, detallan los Centros para el control y la prevención de enfermedades”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Mayo Clinic señala que existen algunos factores de riesgo (antecedentes familiares) que no puede ser prevenidos o modificados. Sin embargo, existen otros que pueden cambiarse con el estilo de vida.
Algunos de estos incluyen:
Tendencias
- Mantener un peso saludable. Además de ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, tener un peso no sano contribuye a desarrollar diferentes enfermedades como diabetes y otras afecciones de salud. Para saber si se debe perder o aumentar peso hay que consultar a un médico.
- Cuidado con el alcohol. Cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que se consuma, el riesgo de padecer cáncer de mama es mayor, indica Mayo Clinic. Por eso, es importante moderar su consumo y limitarlo a una bebida al día.
- Ejercitarse regularmente. La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de realizar actividad física para el bienestar integral del cuerpo humano. De acuerdo con esta organización, “se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”. Asimismo, es un factor clave para mantener un peso saludable, contribuyendo a la prevención del cáncer de mama.
- Amamantar. Según Mayo Clinic, la lactancia materna puede contribuir a la prevención de este tipo de cáncer. Dependiendo del tiempo que se amamante, mayor puede ser la protección contra la enfermedad.
- Cuidado con la terapia hormonal. La terapia utilizada para la etapa de la menopausia puede incrementar el riesgo de padecer este tipo de cáncer. “Si decides que los beneficios de la terapia hormonal a corto plazo superan los riesgos, usa la dosis más baja que funcione para ti y continúa controlando con el médico el tiempo que llevas tomando hormonas”, recomiendan los expertos de Mayo Clinic.
Otros tipos de cáncer
Cáncer de piel
Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las células cancerígenas pueden formarse en la cabeza, el cuello, la cara, las manos y los brazos. Aunque todos pueden padecer cáncer de piel, es más común en personas que:
- Están expuestas mucho tiempo al sol o han sufrido quemaduras por el sol.
- Tienen cabello, piel y ojos claros.
- Tiene un familiar que ha tenido cáncer de piel.
- Tienen más de 50 años.
Cáncer de pulmón
Sumado al número de cigarrillos que se consuman a diario, el paso de los años incrementa exponencialmente los riesgos de contraerlo. Lo que sucede en el cuerpo humano es que “las sustancias tóxicas que se producen en el humo del cigarrillo debilitan el sistema inmunitario del cuerpo, lo cual hace más difícil matar las células cancerosas. Cuando esto pasa, las células se siguen multiplicando sin que nada las detenga”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Estas sustancias ingresan por el flujo de la sangre y se transportan a todo el cuerpo. Algunas de ellas, pueden llegar a dañar el ADN, el cual se encarga de producir nuevas células, y causar una producción equivocada de células atípicas que se convierten en cáncer.