PREVENCIÓN
Nuevo método para detectar el cáncer de ovario
Este es uno de los tumores más silenciosos y por eso casi siempre se descubre tarde. Pero una simple prueba líquida desarrollada por científicos estadounidenses podría mejorar el diagnóstico.
El 80 por ciento de los casos de cáncer de ovario, según los expertos, se diagnostican cuando la enfermedad ya está avanzada debido a que no da síntomas o cuando surgen son inespecíficos. Pero un estudio sugiere que esta afección podría ser detectada a tiempo con una simple prueba líquida desarrollada en la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos.
En el estudio se comparó a un grupo de 20 mujeres sanas con otro de 17 mujeres con cáncer de ovario avanzado. A todas se les extrajo fluido del abdomen y la muestra se analizó con un novedoso método, conocido como duplex sequencing, mediante el cual se escanean las dos hebras del ADN con lo cual se asegura que una determinada mutación está presente en ambas. Esto le da a la prueba la habilidad de detectar una célula cancerosa entre miles de células sanas. En otras palabras, el método tiene una mayor precisión.
Con este sistema, los investigadores observaron mutaciones genéticas en todas las mujeres pero lo interesante fue que hubo un nivel más alto en las que tenían la enfermedad. Según Jeffrey Krimmel, coautor del trabajo, aunque estas se encontraban en todas las participantes, “había más en mujeres con cáncer, lo que hace que podamos distinguir entre estos dos grupos, si bien no perfectamente, al menos razonablemente bien”.
El trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, demostró que el método tiene potencial para hallar la enfermedad antes de que ataque otros órganos, cuando el tratamiento es mucho más complicado. Hasta el momento, el cáncer de ovario por lo general avanza silenciosamente porque no existe un método de diagnóstico eficaz como sucede con el de cuello uterino, que se detecta a tiempo con la citología. Esto hace que para dichas mujeres la sobrevida a pesar del tratamiento no sea mayor a cinco años.
Según el ginecólogo y oncólogo René Pareja, este cáncer presenta molestias pero son vagas e inespecíficas. “Se infla el estómago, hay dolor abdominal pero eso puede confundirse con el síndrome de colon irritable”, explica. Hasta el momento, los métodos de tamizajes sugeridos, como la ecografía, han mostrado no ser efectivos debido a que producen falsos positivos y, por consiguiente conducen a sobretratamiento.
Frente a ese panorama, la mejor estrategia de las mujeres es acudir anualmente con el ginecólogo que puede detectar algún cambio durante el examen pélvico. Solo el 20 por ciento se detecta a tiempo y por azar en ese examen, o porque las lesiones generan algún dolor. Además en dicha consulta es posible tomar una citología lo que prevendría eventualmente la aparición de otros tipos de tumores en el sistema reproductivo femenino.
Hay 80 tipos de tumores distintos en el ovario pero el más común, con el 80 por ciento de los casos, es el epitelial, sobre todo en mayores de 60 años. Las estadísticas señalan que el riesgo de una mujer de padecer un cáncer de ovario es de 1 en 76.
Diagnosticar esta dolencia a tiempo tiene buen pronóstico. Según Pareja, los tumores se clasifican en IV estadios, donde el I implica una mayor posibilidad de cura con todas las herramientas que cuentan los oncólogos para tratar estas lesiones: cirugía, quimio y radioterapia, o la combinación de estas. “En el estadio I hay mayor tasa de éxito y menor recurrencia, y en el estadio IV, por definición, no se puede curar”, dice.
Por eso, el método desarrollado en Seattle es una gran esperanza para este asesino silencioso. Los expertos esperan que logre convertirse en un futuro en una biopsia líquida, que no solo ayude a este tipo de tumor sino a otros a salir del silencio. Mientras tanto, la mejor opción es visitar una vez al año al ginecólogo.