Día de la salud de la mujer
Cáncer de ovario y de mama, patologías mortales entre las mujeres
El tratamiento temprano y oportuno son la clave para salvar la vida de quienes padecen estas enfermedades.
A propósito del Día Internacional de Acción para la Salud de la Mujer, que se celebra el 28 de mayo, vale la pena recordar que el cáncer es una de las enfermedades no transmisibles más peligrosas para ellas, específicamente el de mama y el de ovario. Ambas enfermedades tienen la característica de generar un crecimiento fuera de control de las células de los órganos afectados, llevando a la formación de tumores malignos.
De acuerdo con el Observatorio Global de Cáncer, en Colombia, del total de nuevos casos de cáncer durante 2020, el 13,7 por ciento correspondió a cáncer de mama y el 8 por ciento de las mujeres diagnosticadas, estos es 4.411 mujeres, falleció.
A su vez, el cáncer de ovario ocasiona la muerte de más del 50 por ciento de las mujeres diagnosticadas anualmente en todo el mundo, lo cual significa que es la quinta patología oncológica que más fallecimientos causa en este segmento poblacional, de acuerdo con la American Cancer Society.
Según la doctora Adriana Castaño, directora de investigación clínica en el Centro Oncológico de Antioquia, aunque estos cánceres no suelen estar relacionados, en ambos casos pueden darse por la mutación en los genes que tienen la función de proteger al cuerpo de ciertos tipos de cáncer.
“Los genes BRCA1 o BRCA2 son las mutaciones conocidas más frecuentes y si en ambos casos se detecta a tiempo, la paciente recibe la terapia única y dirigida, lo que evita el exceso de quimioterapia y eleva las probabilidades de que la mujer se cure”, explica la experta.
Debido a que el cáncer es la enfermedad no transmisible que produce la mayor cantidad de muertes en el mundo todos los años, es importante monitorear y saber cuáles son los signos de alarma.
“De hecho, si miramos las estadísticas, solo alrededor del 20 por ciento de los casos de cáncer de ovario se detectan en una etapa temprana. Cuando esta enfermedad se identifica a tiempo, aproximadamente el 94 por ciento de las pacientes vive más de cinco años después del diagnóstico”, asegura la doctora.
Por todo lo anterior, hace una serie de recomendaciones para prevenir y reconocer alguna de estas enfermedades y asegurar un tratamiento oportuno y acorde al caso correspondiente:
- Realizarse de manera periódica el autoexamen de mama: una de las maneras más efectivas de detección del cáncer de mama de manera temprana es el autoexamen y el momento ideal para realizarlo es entre tres y cinco días después del comienzo de la menstruación, ya que en este momento las mamas no se encuentran sensibles y pueden sentirse las protuberancias. Desafortunadamente, no existe un autoexamen para el diagnóstico oportuno del cáncer de ovario.
- Conocer su predisposición genética: en muchos de los casos, el cáncer es una enfermedad hereditaria, lo cual quiere decir que hay familiares como padres, madres y hermanos con diagnóstico de cáncer. En esos casos, se recomienda que, si el paciente tiene esa predisposición genética, acuda a los exámenes de rutina para descartar cualquier patología.
- Conocer y entender estas enfermedades: aunque pueda parecer lógico, los pacientes en muchas ocasiones no conocen sobre el cáncer de mama o el cáncer de ovario. Es fundamental informarse sobre estos tipos de cáncer para conocer sus principales síntomas.
- Consultar al médico ante signos de alarma: es muy importante que, al detectar un síntoma relacionado con alguna de estas enfermedades, la persona acuda al médico para descartar cualquier patología y realizar los exámenes necesarios para obtener un diagnóstico acertado.
- Hábitos saludables: entre las recomendaciones generales de los expertos, tener una vida saludable es fundamental. Evitar el consumo de alcohol y tabaco, la realización de actividad física y mantener un peso saludable ayudarán a disminuir el riesgo. La obesidad, el sedentarismo y el consumo de tabaco son considerados factores de riesgo.
- Dormir lo suficiente: cumplir las siete u ocho horas de sueño establecidas ayuda a disminuir el riesgo, pues el cuerpo puede descansar lo necesario y recuperarse rápidamente, sin presentar fatiga o cansancio extremo.