Salud
Cáncer de pene: señales de alerta y prevención
Aunque se trata de un tipo de cáncer poco frecuente, es importante prestar atención a los síntomas para detectarlo oportunamente.
El pene es el órgano masculino encargado de dos procesos naturales. Por un lado, la micción, es decir, el proceso en que la vejiga urinaria elimina la orina; y por el otro, la relación sexual, permitiendo la eyaculación durante el orgasmo.
Vale la pena precisar que el pene tiene diferentes tamaños (longitud y grosor) en función de cada hombre. De igual forma, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, puede presentar varias afecciones: encordamiento, caracterizado por una curvatura hacia abajo; pene enterrado, oculto por una almohadilla de grasa; micropene, no se desarrolla y es demasiado pequeño; disfunción eréctil, dificultad para conseguir una erección, entre otras.
Teniendo en cuenta los diversos elementos que se pueden configurar como “riesgosos” en cuanto a la salud del pene, es recomendable acudir a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Además de las anomalía naturales que podría presentar este órgano, el temor más frecuente entre los hombres suele estar enfocado a las enfermedades de transmisión sexual, sin embargo, existe otra al acecho: el cáncer.
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De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIH, por sus silgas en inglés), el cáncer de pene es poco frecuente en la mayoría de los países desarrollados. Por ejemplo, en Estados Unidos y Europa la tasa anual es de menos de 1 por cada 100.000 hombres. Además, detalla que casi todos los carcinomas de este tipo surgen en las células escamosas e incluyen los siguientes subtipos: carcinoma verrugoso, carcinoma condilomatoso (verruciforme) y carcinoma basaloide.
Un artículo titulado Guía clínica sobre el cáncer de pene, publicado por la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés), explica que el cáncer de pene se origina habitualmente en el epitelio de la porción interna del prepucio y glande. Frente a los principales factores de riesgo, destaca la fimosis (afección en la que el prepucio es demasiado estrecho y no permite la retracción sobre el glande), una higiene deficiente y el tabaquismo.
Si bien la incidencia de cáncer de pene en países desarrollados es relativamente baja, el mundo no occidental presenta un panorama diferente. La EAU indica que “la incidencia de cáncer de pene es mucho mayor y puede suponer el 10 %-20 % de las neoplasias malignas en los varones, con una incidencia ajustada por la edad que oscila entre 0,7-3 por 100.000 en la India y 8,3 por 100.000 varones en Brasil, e incluso mayor en Uganda, donde es el cáncer diagnosticado con mayor frecuencia”.
Factores de riesgo
Según el artículo de la EAU, los factores de riesgo más importantes identificados mediante estudios de casos y controles fueron:
- Fimosis.
- Afecciones inflamatorias crónicas, por ejemplo, balanopostitis, liquen escleroso y atrófico (balanitis xerótica obliterante).
- Tratamiento con fotoquimioterapia con psoraleno y radiación ultravioleta A.
Los antecedentes sexuales, como múltiples parejas, la edad joven de la primera relación sexual, y los antecedentes reconocidos por el paciente de condilomas (verrugas genitales) se asocian a un aumento en 3-5 veces del riesgo de cáncer de pene. Así mismo, el tabaquismo también es un factor de riesgo.
El NIH agrega que en algunos estudios se indica una relación entre la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de pene. “En muchas series de casos se ha identificado ADN del VPH en el 70 % - 100 % de las neoplasias intraepiteliales y en el 40 % - 50 % de los casos de cáncer de pene invasor”, complementa la EAU.
Prevención y tratamiento
La Asociación Europea de Urología explica que los factores de riesgo más importantes comprenden hábitos socioculturales y prácticas higiénicas y religiosas. En ese sentido, anota que el carcinoma de pene es raro en las comunidades que practican la circuncisión en los recién nacidos o antes de la pubertad (judíos, musulmanes e Ibos de Nigeria).
Entonces, tanto la EAU el NIH coinciden en que la circuncisión precoz reduce el riesgo de cáncer de pene en 3-5 veces mientras que la circuncisión en la edad adulta no protege frente al cáncer de pene.
Respecto al tratamiento, este varía en función del tamaño, la ubicación, la capacidad de invasión y el estadio del tumor. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos indica que, cuando se diagnostica temprano (estadio 0, estadio I y estadio II), el cáncer de pene es muy curable; sin embargo, la posibilidad de curación disminuye para el cáncer en estadio III y estadio IV.
A partir del estadio del tumor se evalúa qué fármacos, productos o técnicas quirúrgicas son más convenientes para atender a cada paciente, con el objetivo de mejorar el control local y reducir las metástasis.