Cáncer de pulmón: síntomas de una enfermedad que suele confundirse

El cáncer es de las enfermedades más presentes y más agresivas que existe en el mundo, pues, a pesar que hay células de este mal en todos los organismos, no todos los cuerpos logran desarrollarla, debido a que deben cumplirse ciertas circunstancias que propicien dicho cambio.

Así, aparece en el panorama el cáncer de pulmón, que es una enfermedad que suele confundirse con afecciones leves, y que puede expandirse a los ganglios linfáticos y afectar otros órganos del cuerpo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología.

Además, cuenta con un particular síntoma que enciende las alarmas: Se trata de un tumor silencioso que generalmente no produce síntomas. Aunque en ocasiones sí haya síntomas, suele ser confundido con otras enfermedades respiratorias, por lo que el diagnóstico ocurre con frecuencia en estados avanzados de la enfermedad.

De acuerdo con la Cuenta de Alto Costo, la prevalencia del cáncer de pulmón sigue en aumento, pasando de 5,64 en 2015 a 8,96 en 2020 por cada 100.000 habitantes.

El cáncer de pulmón se ubica globalmente como el primero en número de casos nuevos diagnosticados en hombres, el tercero en mujeres, y el primero en fallecidos en ambos sexos, conforme Cáncer.org. En Colombia durante 2021 fueron reportados más de 4.500 casos nuevos de cáncer de pulmón, sin embargo, Globocan estima que para la fecha hay más de 6.000 casos nuevos.

Existen dos tipos de cáncer de pulmón de acuerdo con Medline Plus. El primer tipo es el de células pequeñas, el cual tiene un crecimiento celular más rápido y acelerado, lo cual contribuye a una propagación más veloz. El segundo tipo es denominado de células no pequeñas y dispara de manera más lenta las células cancerígenas en el cuerpo, según registra la Sociedad Americana de Cáncer.

Vale decir que el tabaquismo es la causa de casi 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón y gran parte de los restantes se dan por la exposición al humo de forma pasiva. Mientras que también hay otros factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer esta enfermedad, tales como antecedentes familiares, edad, contaminación y exposición a sustancias químicas o minerales radioactivos.

Signos y síntomas

• Una tos que no desaparece o que empeora.
• Tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado.
• Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe.
• Ronquera.
• Pérdida del apetito.
• Pérdida de peso inexplicable.
• Dificultad para respirar.
• Cansancio o debilidad.
• Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo.
• Nuevo silbido de pecho.

En ese sentido, el tratamiento para esta enfermedad ha evolucionado a tal punto de prolongar y mantener la calidad de vida de un paciente, incluso en etapas avanzadas. Una persona con cáncer de pulmón requiere de un abordaje y atención multidisciplinaria que involucre la perspectiva de diferentes especialidades. Existen actualmente alternativas con enfoques terapéuticos innovadores que combinan el uso de radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia.

Los exámenes diagnósticos inician con antecedentes médicos y exploración física, seguidos por estudios de imágenes diagnósticas tales como ondas sonoras, rayos X o campos magnéticos y habitualmente, se suele realizar radiografía de pecho, según la Sociedad Americana de Cáncer.

“Estar alerta a los síntomas, factores de riesgo y practicar autocuidado evitando factores de riesgo pueden ayudar a prevenir esta enfermedad y detectarla a tiempo. Siempre recordando que el cáncer de pulmón también corresponde en gran medida a causas genéticas”, afirma Andrés Navarrera, líder médico de la unidad de oncología de Takeda Colombia.