Vida moderna

Cáncer testicular: cuatro riesgos que pueden ocasionarlo

Se debe prestar atención a los posibles síntomas y acudir a un doctor para recibir el diagnóstico correcto.

23 de noviembre de 2022
infección inguinal
Existen factores que incrementan el riesgo de que un hombre padezca cáncer testicular. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El cáncer que se origina en los testículos es conocido como “cáncer de testículo” o “cáncer testicular”. “Los testículos están compuestos de muchos tipos de células, en cada una de las cuales se puede originar uno o más tipos de cáncer. Es importante saber el tipo de célula en el que se originó el cáncer y qué tipo de cáncer es porque se tratan de maneras diferentes y tienen distintos pronósticos”, explica la Asociación Americana de Cáncer.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que generalmente este tipo de cáncer se desarrolla en un solo testículo.

Algunos de los signos y síntomas incluyen:

  • Bulto o agrandamiento en cualquiera de los testículos
  • Sensación de pesadez en el escroto
  • Dolor sordo en el abdomen o en la ingle
  • Acumulación repentina de líquido en el escroto
  • Dolor o molestia en un testículo o en el escroto
  • Agrandamiento o sensibilidad en las mamas
  • Dolor de espalda

Es importante tener en cuenta que existen varios factores que incrementan el riesgo de padecer cáncer de testículo. Sin embargo, si no se tienen no significa que no se pueda tener la enfermedad en un futuro.

Según indica el Instituto Nacional de Cáncer algunos factores de riesgo de este tipo de cáncer son:

  • Criptorquidia (falta de descenso del testículo).
  • Anomalía en el desarrollo de los testículos.
  • Antecedentes personales de cáncer de testículo.
  • Antecedentes familiares de cáncer de testículo (en especial, antecedentes en el padre o en los hermanos).
  • Ser blanco.

Sobre esa misma línea Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, agrega otros factores que incrementan el riesgo:

  • Desarrollo testicular anormal
  • Exposición a ciertos químicos
  • Antecedentes familiares de cáncer testicular
  • Infección por VIH
  • Antecedentes de cáncer testicular
  • Antecedentes de un testículo no descendido (uno o ambos testículos no logran bajar hacia el escroto antes del nacimiento)
  • Síndrome de Klinefelter
  • Infertilidad
  • Consumo de tabaco
  • Síndrome de Down

El tratamiento de este tipo de cáncer depende del tipo de tumor testicular y del estadio del tumor. Además de la quimioterapia y la radioterapia la cirugía también es una de las opciones para tratar este cáncer.

Existen de dos tipos. La orquiectomía inguinal radical, que es una cirugía para extirpar el testículo. “Para extirparte el testículo, el cirujano te realiza una incisión en la ingle y extrae todo el testículo a través de la abertura. Puede insertarse un testículo protésico relleno de solución salina si así lo decides”, explica Mayo Clinic.

Y la segunda cirugía es la disección de ganglios linfáticos retroperitoneales, que se realiza con una incisión en el abdomen. “Los nervios dañados pueden dificultar la eyaculación, pero no te impedirán tener una erección”, agrega la entidad de salud.

Otros tipos de cáncer

Cáncer de próstata

Consiste en el crecimiento maligno de la glándula prostática, la cual hace parte del aparato reproductor masculino, que se ubica rodeando la uretra, debajo de la vejiga y delante del recto.

Cuando la enfermedad está avanzada, las células cancerosas hacen metástasis a otros órganos del cuerpo, a través de los vasos linfáticos. Este es el tipo de cáncer más común en los hombres. Según cifras del Ministerio de Salud de Colombia, en el país, “uno de cada tres hombres mayores de 50 años tiene este cáncer”.

El cáncer de próstata no siempre se manifiesta con síntomas. Al inicio, en pocas ocasiones suelen presentarse. Algunos de estos son:

Problemas para orinar, como:

  • Tener un chorro de orina que es débil, difícil de comenzar o comienza y se detiene.
  • Necesidad de orinar repentinamente.
  • Orinar con frecuencia, especialmente en la noche
  • Dolor o ardor al orinar.
  • Sangre en la orina.
  • Sangre en el semen.
  • Dolor en la parte baja de la espalda, las caderas o la pelvis que no desaparece.
  • Dolor durante la eyaculación.