Vida Moderna
Carne roja: ¿quiénes no deberían consumirla?
Esta proteína está relacionada con una de las principales causas de muerte, según la OMS.
De acuerdo con un artículo publicado por la Organización Mundial para la Salud (OMS), una revisión de 22 expertos concluyó que el consumo de carne podría ser cancerígeno y estar asociado con el cáncer colorrectal, una de las principales causas de muerte alrededor del mundo.
“Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %”, asegura.
Es entonces que cuando se habla de carne procesada, se refiere a aquella que se somete a una transformación, ya sea de curado, salazón y/o ahumado, para mejorar su sabor; entre estas se conocen el salchichón, el jamón, las salchichas, entre otros.
Por esto, la Clínica Mayo recomienda reemplazar este tipo de comida por otras proteínas, como las lentejas, los fríjoles o los garbanzos, que son más económicos y saludables para el organismo. Según la institución americana de salud y ciencia, quienes suelen consumir carne incrementan el riesgo de padecer cardiopatías o diabetes.
Lo anterior quiere decir que se debe disminuir la ingesta de esta proteína, por lo que se sugiere consultar con un nutricionista para incluir aquellas que son saludables. Asimismo, algunas personas no consumen carne, pero sí productos que tienen poco valor nutritivo, que también es factor que incide de una manera negativa sobre la salud, colocando en riesgo la vida de una persona.
Por lo tanto, de manera gradual se puede minimizar la ingesta de carne, lo que quiere decir que se puede limitar a dos o tres veces a la semana.
¿Quiénes deben evitar la carne?
Como se mencionó, todos los seres humanos deberían limitar su ingesta de carne; sin embargo, existen algunas personas que radicalmente lo deberían hacer por su condición de salud.
Los pacientes con diabetes
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que la diabetes es una enfermedad crónica que altera la forma en la que el cuerpo obtiene energía; tras la descomposición de alimentos, la glucosa pasa al torrente sanguíneo y es a través de la insulina que las células la obtienen, pero resulta que cuando se resisten a ella, provocan la conocida diabetes tipo II.
Quienes tienen un diagnóstico de diabetes tienen una dieta estricta, como el consumo de aquellos alimentos que son ricos en fibras como los cereales integrales (avena), ya que no solo benefician el tratamiento de la diabetes, sino que contrarrestan el estreñimiento que afecta a gran parte de la población.
Asimismo, no cualquier tipo de carne debe ser incluida en este plan de alimentación. A la lista se puede añadir el pescado que es rico en omega-3, que al ser grasa poliinsaturada ayuda a reducir el riesgo de padecer cardiopatías. Es entonces que el aguacate y las nueces pueden ser otra gran opción.
El portal de salud Tua Saúde explica que la carne debe ser baja en grasa, el pollo o el pavo sin piel. Esto debe ser revisado por un nutricionista.
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Pacientes con el síndrome de alfa-gal
La Clínica Mayo señala que esta afección es una alergia a los alimentos, más exactamente a la carne roja y sus derivados. La institución de salud menciona que la principal causa es la picadura de una garrapata estrella solitaria que impacta el sistema inmunitario, causando este tipo de reacciones.
Los signos suelen aparecer de manera tardía, siendo los dolores de cabeza, la falta de aire, la comezón, entre otras, las más destacables.
Es entonces que no existe ninguna persona que esté exenta de desarrollar cualquier tipo de cáncer; sin embargo, quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de colon, por ejemplo, pueden verse más afectados tras consumir carne.