Cartílago desgastado en pies y tobillos: síntomas y cómo regenerarlo

Como tal, la artrosis de tobillo hace referencia a una enfermedad en la que se produce un desgaste del cartílago que recubre los extremos óseos que forman las articulaciones. Este cartílago cumple la función de amortiguar la carga, y a su vez, favorece el deslizamiento permitiendo el movimiento de las articulaciones.

De acuerdo con la Clínica de traumatología en Málaga, CAMDE, aproximadamente el 12% de los casos de artrosis de tobillo se relacionan con una afección subyacente que origina una inflamación en la articulación ocasionando un daño en el cartílago y los ligamentos que la estabilizan. Entre las enfermedades más frecuentes que generan la artrosis de tobillo son la artritis reumatoide y artritis reactiva, y los trastornos de la sangre, como la hemofilia.

Esta afección puede generar síntomas de dolor, rigidez e hinchazón, especialmente después de caminar o hacer algún tipo de actividad física. A menudo, la artrosis de tobillo se desarrolla debido a una lesión en la articulación, por lo que muchas veces es difícil de diferencia los síntomas con respecto a una lesión que no se ha recuperado bien.

Cabe mencionar que la articulación del tobillo está compuesta por una membrana que produce y contiene un líquido denominado líquido sinovial, que por lo general promueve la salud del cartílago y lubrica la articulación. Según CAMDE, cuando un tobillo tiene artrosis, tanto la composición como la cantidad de líquido sinovial puede cambiar, pues la acumulación de mucho líquido puede provocar síntomas de hinchazón y dolor. Es por ello que los especialistas en salud ordena una ecografía pata observar la cantidad de líquido existente en la articulación.

Además de esto, cuando el cuerpo intenta compensar los cambios que ha sufrido el tobillo debido a la artrosis, los tejidos blandos suelen sufrir estrés, los ligamentos y tendones se estiran y comienzan a deformarse, lo cual ocasiona la perdida de la estabilidad y dificulta la movilidad de la articulación.

Causas de la artrosis de tobillo

CAMDE, señala que casi el 90% de las personas con artrosis de tobillo tiene uno de los dos factores de riesgo que son el traumatismo articular previo, es decir, una fractura, lesión o esquince; y una afección médica subyacente como lo es la artrosis reumatoide.

Entre las causas más frecuentes de esta afección articular son los traumatismos en el tobillo, pues tienen por lo menos siete veces más probabilidades de desarrollar una artrosis que es denominada artrosis postraumática. Con frecuencia, los síntomas de esta afección pueden aparecer dentro de los dos años posteriores a la lesión en el tobillo o incluso, pueden aparecer muchos años después.

¿Cómo se trata la artrosis de tobillo?

Inicialmente, se debe realizar un diagnóstico de la artritis de tobillo, detallando la historia clínica del paciente, en donde se tiene en cuenta los antecedentes traumáticos que ha tenido específicamente en la articulación. Luego de ello, los especialistas en salud, hace una exploración física en los puntos dolorosos, observan el aspecto externo del tobillo y hacen algunos movimientos articulares.

Por lo general, se suele ordenar una radiografía para poder diagnosticar la afección y valorar las lesiones osteocartilaginosas, así como precisar la posición de los osteofitos y los cuerpos extraños. Muchas veces, también orden una resonancia magnética o un TAC, para determinar mejor las características de la artrosis.

Según el portal web Top Doctors, como tratamiento inicial, se debe hacer uso de plantillas especiales para acomodar mejor el pie y reducir la fuerza de impacto de marcha en el tobillo. Adicional a ello y dependiendo de la valoración médica, se puede acudir a infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento, para regenerar los tejidos dañados y frenar el desgaste articular. Para los casos en los que la artrosis de tobillo es avanzada, los médicos recomiendan una cirugía de mínima incisión del pie o implantar una prótesis de tobillo.