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Caso Watts | ¿Qué pasará con la casa “maldita” donde Chris mató a sus hijas y esposa embarazada?
Nadie quiere volver a habitar esa casa de ocho habitaciones, donde ocurrió el lamentable hecho que ha conmocionado a todo el mundo.
La historia de Chris Watts ha generado conmoción en todo el mundo, pues de manera fría y escalofriante asesinó a su esposa embarazada y a sus dos pequeñas hijas, hecho que ocurrió en 2018, pero que hoy vuelve a cobrar relevancia por más detalles que se conocieron del estremecedor caso.
Una de las grandes incógnitas que quedan sobre el caso es qué pasará con la casa “maldita” donde sucedió este lamentable hecho. La casa es una de las protagonistas del último documental presentado por Netflix: American Murder, The Family Next Door. Las cámaras de personal policial que interroga e investiga el material del interior de la propiedad muestran cada uno de sus rincones, prolijos y amplios, que nadie quiere volver a habitar.
La casa ha estado en venta por más de dos años y los agentes inmobiliarios han hecho hasta lo imposible para encontrar un nuevo dueño o una nueva familia, pero evidentemente nadie quiere pisarla ni habitarla. La familia Watts la adquirió en mayo de 2013 –fecha de su construcción– en 400 mil dólares, cuando todavía ninguna de las pequeñas había nacido. Era donde “el monstruo de Denver” y Shanann habían planeado vivir para siempre hasta que el señalado de cometer el atroz asesinato terminó con esos sueños.
La casa es lo único que le queda a Watts, quien no volverá a tener libertad al ser condenado a cadena perpetua, y con este inmueble tendría al menos 645 mil dólares asegurados, pero nadie se atreve a visitarla ni tampoco siquiera acercarse, por lo que tampoco preguntan sobre el precio o demás. Nadie quiere esa propiedad de ocho habitaciones que ven como “maldita” y a la que turistas y vecinos se acercan para tomar fotografías de ese lugar donde en la madrugada del 13 de agosto de 2018 todo cambió para la familia.
“No está recibiendo ninguna oferta porque la gente conoce la sórdida historia de la casa y nadie la quiere. Simplemente queda en el limbo hasta que un acreedor llegue y vuelve a intentar una ejecución hipotecaria”, dijo a Realtor el abogado de bancarrotas con sede en Denver, Clark Dray.
“Por lo general, al menos la compañía hipotecaria intentará comprar la casa para poder revenderla”, aclaró Dray. De acuerdo con el analista inversor, eso podría significar que la vivienda no alcance un buen valor o simplemente nadie la adquiera. A medida que pase el tiempo, su precio sufrirá significantes rebajas. “Cuanto más tiempo esté desocupada la casa, mayores serán los descuentos. Y ha estado desocupada durante dos años”, aseguró.
Más detalles
En las últimas horas se conocieron más detalles de este caso que ha estremecido al mundo. Algunos medios estadounidenses señalan que Watts se puso de acuerdo con la escritora Cheryln Cadle para contarle detalles que nadie conocía, ni siquiera el FBI.
En varias oportunidades y durante diferentes juicios, Watts aseguró que los asesinatos no fueron premeditados, pero en las cartas escritas por él y dirigidas a la escritora Cadle, hay una versión totalmente distinta. “Por muchas semanas me la pasé pensando en que debía matarla, hasta que sucedió”, se lee en una de ellas.
Además, en detalles narró cómo llevó a cabo su plan para asesinar a quien era su compañera de vida y quien también estaba esperando un nuevo hijo de él. “Cuando se durmió, de alguna manera supe cómo apretar con mis manos sus venas yugulares hasta que se cortó el flujo de sangre a su cerebro, y se desmayó. Sus ojos se llenaron de sangre y mientras me miraba, murió. Supe que se había ido cuando se orinó encima (…) Sabía que, si continuaba viva, ella haría todo lo posible por alejar a mi amante”.
En las cartas, Watts admitió que intentó sin éxito asfixiar a sus hijas con una almohada después de asesinar a Shanann, pero ambas niñas recuperaron el conocimiento y encontraron a su papá envolviendo a su mamá en una sábana. Chris les habría dicho que Shanann estaba enferma y que debían llevarla a un hospital. Luego subió el cuerpo en la parte trasera de su camioneta y ubicó a las niñas a su lado, a quienes posteriormente también asfixió.