Celiaquía: estos son los síntomas y causas

Esta enfermedad es una reacción del sistema inmunitario al consumo de gluten, la cual se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada. A largo plazo, la celiaquía daña el revestimiento del intestino delgado e impide que este órgano absorba algunos nutrientes. Esto puede causar diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón anemia y complicaciones graves en el organismo, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación. En el caso de los niños puede afectar su crecimiento y desarrollo.

Según detalla la entidad no existe una cura para la celiaquía. Lo que recomiendan los expertos es una dieta estricta sin gluten, para poder aliviar los síntomas. Algunas de las señales de esta afección son:

• Diarrea
• Fatiga
• Pérdida de peso
• Hinchazón y gases
• Dolor abdominal
• Náuseas y vómitos
• Estreñimiento

En algunos casos, puede presentarse una sintomatología que no está relacionada con el sistema digestivo.

• Anemia, generalmente por deficiencia de hierro
• Pérdida de densidad ósea (osteoporosis) o reblandecimiento óseo (osteomalacia)
• Erupción cutánea con picazón y ampollas (dermatitis herpetiforme)
• Úlceras en la boca
• Dolores de cabeza y fatiga
• Lesión del sistema nervioso, incluidos entumecimiento y hormigueo en los pies y las manos, posibles problemas con el equilibrio y deterioro cognitivo
• Dolor articular
• Disminución del funcionamiento del bazo (hipoesplenismo)

Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos menciona algunas señales que se presentan especialmente en los niños:

• Defectos en el esmalte dental y cambio de color en los dientes
• Retraso en la pubertad
• Pérdida de masa muscular
• Diarrea, estreñimiento, heces fétidas o grasas, náuseas o vómitos
• Comportamiento irritable o melindroso
• Aumento deficiente de peso
• Crecimiento lento y estatura por debajo de lo normal para su edad

El médico internista y gastroenterólogo de la Fundación Santa Fe y la Clínica Colombia, Gustavo Adolfo Reyes, explica que existe una variada cantidad de posibles manifestaciones clínicas que son diferentes entre cada paciente. Sin embargo, entre los síntomas más típicos de esta enfermedad se encuentra “el dolor abdominal, la diarrea y la pérdida de peso. En el caso de los niños se pueden presentar fallos en el crecimiento, anemia y mala absorción intestinal”, complementa el especialista.

Respecto a las causas exactas de cómo se desarrolla esta enfermedad, aún no hay claridad, explica Medline Plus. Para estos pacientes la alimentación es fundamental, ya que es la forma más eficaz de disminuir los síntomas. “En la mayoría de los casos, seguir una dieta sin gluten bien equilibrada es el único tratamiento que lo mantendrá bien. Su proveedor de atención médica puede necesitar recetarle complementos de vitaminas y minerales”, destaca la Biblioteca.

Según explican las investigaciones, la enfermedad celíaca afecta solo a personas que tienen unos genes particulares, los cuales representan un tercio de la población mundial. De acuerdo con la Biblioteca, “a veces la enfermedad es hereditaria: alrededor del 10 al 20 por ciento de los parientes cercanos de las personas con enfermedad celíaca también se ve afectado”.

Si no se realiza un tratamiento oportuno o el paciente no sigue las instrucciones del médico, se pueden desarrollar otras enfermedades, que pueden ser potencialmente mortales. Mayo Clinic las señala:

• Trastornos autoinmunitarios
• Enfermedad ósea (osteoporosis, cifoescoliosis, fracturas)
• Ciertos tipos de cáncer intestinal
• Conteo sanguíneo bajo (anemia)
• Infertilidad o aborto espontáneo repetitivo
• Enfermedad hepática

Dermatitis herpetiforme

Las personas que son intolerantes al gluten pueden padecer de esta enfermedad cutánea. Se caracteriza porque produce picazón, ampollas y sarpullido en los codos, rodillas, torso, cuero cabelludo y/o nalgas. Al igual que la celiaquía, los pacientes necesitan un tratamiento enfocado en la alimentación, en la que no se incluyan productos con gluten. En algunos casos, el médico también puede recetar algunos medicamentos para controlar el sarpullido.