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Científico colombiano hace gran descubrimiento en la Vía Láctea, el ‘Magdalena’
Se trata de una enorme estructura de hidrógeno atómico que recorre toda la Vía Láctea, la cual fue descubierta por Juan Diego Soler.
‘Magdalena’, en honor al río de Colombia, es una enorme estructura de hidrógeno atómico que recorre toda la Vía Láctea, nuestra galaxia, la cual fue descubierta por el astrofísico colombiano Juan Diego Soler, actualmente afiliado al Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA), en Alemania, quien lideró el equipo de investigadores.
El científico hizo visible esta intrincada red de gas aplicando técnicas de visión artificial a datos de la encuesta THOR (The HI/OH/Recombination line survey of the Milky Way) que brindan la vista más detallada sobre la distribución del hidrógeno atómico en la Vía Láctea interior hasta la fecha. Esta estructura consiste en un enorme carril de hidrógeno de 3.000 años luz de largo y que corre en paralelo con el disco de la galaxia.
El equipo de científicos analizó las orientaciones de los filamentos en relación con el disco de la Vía Láctea utilizando métodos estadísticos y simulaciones. Infirieron que la estructura conservaba una huella de procesos dinámicos históricos inducidos por la rotación del disco galáctico y la retroalimentación de las antiguas explosiones de supernovas. Según los investigadores, cuyo trabajo se publica este miércoles en la revista Astronomy & Astrophysics, se trata de la visión más detallada de la distribución del hidrógeno atómico en el interior de la Vía Láctea producida hasta la fecha.
Por su parte, Jonas Syed, estudiante de doctorado en MPIA, que también forma parte del equipo de THOR, sostuvo que “Maggie (Magdalena) podría ser el objeto coherente más grande conocido en la Vía Láctea. En los últimos años, los astrónomos han estudiado muchos filamentos moleculares, pero Maggie parece ser puramente atómica. Debido a su posición afortunada en la Vía Láctea, tenemos la suerte de haber podido detectarlo”, comenta
“El hidrógeno es el ingrediente clave para formar nuevas estrellas. Pero aunque es el elemento químico más abundante en el Universo, la cuestión de cómo este gas se ensambla en las nubes a partir de las cuales se forman las estrellas sigue abierta”, explicó Yuan Wang, responsable del procesamiento de los datos en MPIA.
“Estos datos también proporcionan la velocidad del gas en la dirección de la observación. Combinados con un modelo de cómo el gas en el disco de la Vía Láctea gira alrededor de su centro, podemos, incluso, inferir distancias”, añade Wang sobre uno de los métodos que los astrónomos utilizan para determinar la estructura general de la Vía Láctea.
Los resultados y las herramientas de análisis de este estudio ofrecen un nuevo vínculo entre las observaciones y los procesos físicos que conducen a la acumulación de gas que precede a la formación de nuevas estrellas en la Vía Láctea y otras galaxias. “Las galaxias son sistemas dinámicos complejos y es difícil obtener nuevas pistas. Los arqueólogos reconstruyen civilizaciones a partir de las ruinas de ciudades. Los paleontólogos reconstruyen ecosistemas antiguos a partir de huesos de dinosaurios. Estamos reconstruyendo la historia de la Vía Láctea utilizando las nubes de gas hidrógeno atómico”, concluye Soler.
*Con información de Europa Press.