VIDA MODERNA
Científicos descubren que los espermatozoides no nadan moviendo su cola
Investigadores de la Universidad de Bristol y la Universidad Autónoma de México descubrieron que la creencia de más de 350 años es una ilusión.
En las clases de educación social que se enseñan en los colegios muchas veces se muestra cómo se mueven los espermatozoides buscando completar el proceso de fecundación. En dicho material los mostraban moviendo la cola, girándola de un lado al otro.
Este movimiento fue descrito por Anton van Leeuwenhoek, comerciante neerlandés que observó por primera vez los espermatozoides a través de un microscopio, instrumento que se encargó de perfeccionar durante el siglo XVII.
Sin embargo, de la Universidad de Bristol, Reino Unido, y de la Universidad Nacional Autónoma de México, revelaron que esta descripción no era acertada, pues en realidad se trata de una ilusión.
En 1677, Leeuwenhoek había explicado que "el giro rápido y altamente sincronizado de los espermatozoides causa una ilusión cuando se ve desde arriba con microscopios 2D: la cola parece tener un movimiento simétrico de lado a lado".
No obstante, gracias a los microscopios 3D se ha logrado establecer que realmente los espermatozoides no tienen un nado lineal ni simétrico. Sus colas golpean de un solo lado, lo que hacen es moverse en forma giratoria. En la velocidad habitual, esto genera la ilusión óptica de que su cola se mueve de un lado a otro, como lo hace una serpiente.
"Los espermatozoides humanos son más giradores que nadadores. Una investigación revolucionaria publicada en "Science Advances" descifró este movimiento milagroso", dio a conocer la Universidad de Bristol a través de Twitter.
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"Es casi como si fuera un nadador, pero que solo puede mover una pierna hacia un solo lado", manifestó Hermes Gadêlha, jefe del Laboratorio de Polimatías en el Departamento de Matemáticas de la Ingeniería de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, en un comunicado emitido por este centro de estudios.
"Si alguien hiciera esto en una piscina y nadara hacia un solo lado, siempre nadaría en círculos", aclaró.
"Nuestro descubrimiento muestra que los espermatozoides han desarrollado una técnica de natación para compensar su irregularidad y, al hacerlo, han resuelto ingeniosamente un rompecabezas matemático a escala microscópica: creando simetría a partir de la asimetría", señaló Gadêlha.
Entender este proceso podría ayudar a resolver problemas frente a la infertilidad masculina y si el movimiento de los espermatozoides tiene relación con esta dificultad.