VIDA MODERNA

Cinco alimentos que deben evitar las personas que sufren de colesterol alto

Una buena alimentación es clave para evitar las enfermedades cardiovasculares.

25 de enero de 2022
Las comidas grasosas son importantes para la formación de algunas hormonas y son fuente de energía. Sin embargo, en quienes tienen reflujo estas irritan el estómago y el intestino, sin mencionar que aumentan la presión sanguínea, los niveles de colesterol y triglicéridos. Foto: Ingimage.

Las enfermedades cardiovasculares son las más mortíferas, pues cobran más de 17 millones de vidas cada año en todo el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“La introducción de pequeños cambios en el modo de vida, como renunciar al tabaco, practicar una actividad física de forma regular y tomar alimentos sanos, puede ayudar a prevenir las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares”, recomienda Shanthi Mendis, coordinadora de la unidad de Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Crónicas de la OMS.

La especialista advierte que cuando el riesgo es muy alto, es necesario tomar medicamentos para reducir el colesterol sanguíneo y la tensión arterial. Y para prevenir este tipo de problemas, la alimentación es clave.

El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre y es necesaria para la formación de células sanas. Esta sustancia se encuentra en las membranas celulares del organismo, fabricada por el hígado. Además, es utilizada para la fabricación de hormonas como el estrógeno, la testosterona y la vitamina D.

De acuerdo con varios especialistas consultados por el portal web 20 Minutos, de España, existen una serie de alimentos que se deben restringir o evitar, ya sea para mantener el colesterol dentro de los límites saludables:

Embutidos y carnes procesadas

No sólo contienen colesterol y grasas saturadas, también son ricos en sal y contribuyen a sufrir otro tipo de enfermedades coronarias. Estos productos, además de tener un exceso de sal, tienen elevadas proporciones de grasas saturadas y colesterol, por lo que no resultan óptimos si lo que queremos es reducir los mismos.

El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid sostiene que los embutidos favorecen la disminución de los niveles de colesterol HDL, conocido como colesterol bueno, y el aumento del colesterol total en la sangre y, por consiguiente, su consumo incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias.

Carnes rojas

Este tipo de proteína contiene gran cantidad de grasas saturadas y colesterol, por tanto, deberían evitarse o reducirse al máximo para evitar que el colesterol suba más de la cuenta.

Las carnes rojas (ternera, buey, cordero), son ricas en colesterol y grasas saturadas. Los especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad recomiendan además no abusar del consumo de carnes rojas, es conveniente elegir cortes magros y eliminar toda la grasa visible posible.

“Además, la técnica que empleemos para cocinar también es importante, por lo que deberemos elegir aquellas que no le aporten excesiva grasa extra”, apuntan expertos de este instituto médico.

Margarina

Este producto es un lácteo compuesto por grasa saturada, razón por la que es mejor evitarla. La margarina, aunque es de origen vegetal, es igual de perjudicial para el colesterol, debido a que su grasa se satura artificialmente para que tenga consistencia.

Chocolate

El cacao en sí no es un alimento perjudicial, pero sí el chocolate procesado que se consume habitualmente. Éste contiene azúcar añadido, grasas saturadas artificiales y muy poca cantidad de cacao.

Productos azucarados

Este tipo de productos tienen mucho colesterol. Además de ser procesados, son ricos en azúcar, harina refinada, grasas trans y grasas saturadas; incluso cuando contienen vegetales, ya que se saturan artificialmente.

Aunque el huevo ha sido un gran enemigo de los niveles saludables de colesterol, estudios realizados en las dos últimas décadas aseguran que su consumo regular no contribuye a elevar el colesterol.

El Instituto Médico Europeo de la Obesidad IMEO especifica que la llamada bollería industrial tiene mucha azúcar, harinas refinadas y grasas saturadas y es muy rica en grasas hidrogenadas o trans, cuyo efecto sobre el aumento del colesterol es más importante si cabe.