Vida Moderna
Cinco tipos de alimentos que dañan la memoria
Las comidas ultraprocesadas, por ejemplo, producen un efecto negativo en los cromosomas, que puede devenir en enfermedades neurodegenerativas prematuras.
A la hora de hablar de la memoria, la alimentación es un factor fundamental. Mientras que algunos alimentos potencian actividades mentales como la atención, la concentración y la memoria, otros tienen el efecto contrario.
Los alimentos que pueden beneficiar el buen funcionamiento del cerebro son principalmente aquellos que contienen nutrientes como los ácidos grasos omega-3, los flavonoides, así como diferentes vitaminas, como la B12, la E y la K y minerales como el yodo, el hierro y el magnesio.
Algunos científicos se han dedicado a estudiar la relación entre lo que comemos y la función cerebral, es el caso de Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, citada por el portal Alimente.
De acuerdo con la experta en psiquiatra nutricional, hay cinco alimentos que pueden poner en peligro la capacidad de concentración y la memoria y, por eso, recomienda moderar su consumo, en caso de que no sea posible eliminarlos completamente de la dieta.
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Las comidas ultraprocesadas
Cuando este tipo de alimentos se consumen en exceso, el impacto en el cerebro no es positivo, dado que pueden causar un acortamiento de los telómeros, que son los extremos de los cromosomas. Cuando los telómeros de las personas se acortan antes de que sea el tiempo normal, dado que es un proceso que sucede de manera natural, la persona afectada puede sufrir enfermedades degenerativas de forma prematura.
Los aceites altamente procesados
Los aceites de soja, maíz, de girasol, así como de colza y algodón y cártamo, contienen todos elevadas cantidades de ácidos grasos omega-6, cuyo consumo en exceso puede provocar que el cuerpo sintetice o elabore químicos, que a la larga podrían inflamar el cerebro. En este caso, la profesional recomienda, como una opción más sana, el consumo de aceite de aguacate, de coco o de oliva.
Los azúcares añadidos y refinados
Los azúcares añadidos y refinados en exceso pueden llegar a perjudicar también el funcionamiento natural del cerebro. Aunque el consumo de glucosa es necesario para el buen funcionamiento de este órgano, en exceso, pueden producirse deficiencias en la memoria y una menor plasticidad en la zona cerebral del hipocampo, que es precisamente la parte del cerebro que controla la memoria.
En este caso no solamente se incluye alimentos muy dulces, también a las salsas que sirven de aderezo o por ejemplo, las sopas enlatadas. En todos estos casos la mejor opción es que estos productos sean caseros, según recomienda el portal alimente.
Alimentos fritos
Este tipo de comida no es recomendable para el buen funcionamiento de las actividades cognitivas, particularmente por la afectación que pueden tener en la memoria y la cognición, por eso la experta recomienda preferir el uso del horno, en vez de las frituras, igualmente se puede acudir a la cocción al vapor o a las freidoras de aire.
Sustitutos endulzantes
El uso de productos edulcorantes artificiales, como la sacarina, la estevia o la sucralosa, no es recomendable, en la medida en que puede incrementar la cantidad de bacterias malas que viven en el tracto digestivo, un elemento que afectaría al estado anímico de las personas y por consiguiente las capacidades cognitivas. La experta recomienda otro tipo de productos, como la miel, la fruta del monje o el azúcar de coco, que además tengan algún valor nutricional.
Hábitos que evitan pérdida de la memoria
Por otro lado, la pérdida de la memoria no es exclusivo de las personas mayores, puede suceder por varios factores y se entiende como la incapacidad de recordar hechos nuevos o acceder a uno o a más recuerdos del pasado, incluso en algunos casos puede suceder que pasen ambos casos.
Dado que la pérdida de la memoria puede afectar las actividades diarias, es importante tener en cuenta si algún factor es el causante de esa situación y tomar las acciones de inmediato para evitar que se agudice.
El envejecimiento es un factor preponderante para que se presente algún grado de pérdida de la memoria, pero eso no significa que esta sea drástica, sino que puede obedecer a otros factores.
En casos graves se recomienda la visita a un especialista, sin embargo, en general hay unas recomendaciones de actividades varias, para contrarrestar la pérdida de memoria.
- Hacer actividad física: aumenta el flujo sanguíneo a todo el cuerpo, incluido el cerebro. De acuerdo con el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) se recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada, como caminar a paso ligero, o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa, como trotar.
- Mantenerse activo mentalmente: hacer crucigramas, leer, jugar, aprender a tocar un instrumento musical, comenzar un nuevo pasatiempo., trabajar de voluntario en una escuela local o con un grupo comunitario.
- Interacción con otras personas: ayuda a prevenir la depresión y el estrés, factores que pueden contribuir a la pérdida de memoria. Tratar de reunirse con los seres queridos, amigos y otras personas, especialmente si vives solo.
- Organizarse: anotar las tareas, las citas médicas y otros eventos en un cuaderno, un calendario o una agenda electrónica. Repetir cada anotación en voz alta mientras la escribe para ayudar a grabarla en la memoria. Actualizar las tareas. Marcar las tareas que haya terminado.
- Dormir bien: los adultos deben dormir regularmente de siete a nueve horas cada noche. En caso de que los ronquidos interrumpen el sueño, solicitar una cita con el médico, ya que pueden ser un signo de un trastorno del sueño, como apnea del sueño.
- Tener una hidratación adecuada: una deshidratación leve puede afectar al desempeño cognitivo, como la atención, la memoria y el tiempo de reacción, debido a una reducción del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno al cerebro.