SALUD
Cinco plantas medicinales para cuidar la piel
Estas hierbas tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y aportan en la producción de colágeno.
La exposición a la luz solar, los cambios en el clima y la contaminación ambiental son agentes nocivos que afectan la salud de la piel, órgano que aísla y protege al cuerpo frente a agresiones tóxicas, químicas, de calor, frío, radiación ultravioleta y microorganismos patógenos, entre otros.
A medida que los años de una persona avanzan, este órgano se vuelve más susceptible y va perdiendo sus características de firmeza, lozanía y elasticidad, producto precisamente de esos agentes externos, pero también de los cambios naturales que se dan en el cuerpo y los malos hábitos de vida.
Una de las mejores formas de cuidar la piel es bebiendo suficiente agua, pues el cuerpo necesita reponer los líquidos que pierde, por lo que la recomendación de los especialistas es consumir entre dos y tres litros diariamente. Este líquido no solo ayuda a mantener la piel hidratada, sino a que el organismo funcione bien, elimine toxinas y mejore procesos digestivos, lo que al final termina reflejándose en la salud de la piel.
De igual forma, la alimentación es clave para nutrir e hidratar este órgano. Las proteínas, vitaminas y minerales que aportan los alimentos permiten cuidarlo desde adentro; mientras que externamente se debe recurrir a otras estrategias como el uso de protección solar para evitar inconvenientes dérmicos y retrasar los signos de envejecimiento.
El portal Mejor con Salud indica que todas las personas, desde los seis meses de edad, deben usar protección contra los rayos del sol de forma permanente. De esta manera, no solo se evitan problemas como la aparición de manchas y arrugas, sino también el desarrollo de afecciones más graves como el cáncer de piel.
Según el sitio web Consalud, de España, la radiación ultravioleta provoca el fotoenvejecimiento que se manifiesta con la aparición de arrugas, líneas de expresión en la frente, ojos y boca, manchas oscuras y falta de tono y textura.
Además de lo ya señalado, recurrir a remedios caseros con el uso de algunas plantas también ayuda a proteger la salud de la piel. Estas son algunas de ellas.
Aloe vera
La sábila es emoliente e hidratante y estimula la producción de colágeno, proteína clave para mantener una piel saludable. Es recomendada para regenerar la piel dañada por heridas, úlceras, acné y otras irritaciones e inflamaciones. Tiene un importante efecto en el tratamiento de quemaduras leves, de acuerdo con información del portal Cuerpo Mente.
Lavanda
Esta planta se puede usar como tónico, gracias a que tiene propiedades bactericidas, fungicidas y antiinflamatorias. Su uso alivia el enrojecimiento y dolor que se presenta por la exposición al sol, mejora la condición por quemaduras leves y picaduras de insectos, y la irritación tras el afeitado. Al ser relajante, ayuda en problemas de piel crónicos asociados al estrés. Se puede utilizar compresas o en aceite esencial diluido.
Caléndula
Es rica en carotenoides o compuestos similares a la vitamina A que curan la piel agrietada e irritada y disminuyen la dermatitis. Es una planta que promueve el rejuvenecimiento de la piel y la cicatrización de heridas, por lo que es un tratamiento herbal favorable para la piel dañada.
Rosa mosqueta
Según Cuerpo Mente, el fruto de esta planta contiene un antioxidante conocido como ácido ascórbico. Se le atribuyen efectos cicatrizantes gracias a sus ácidos grasos. De igual forma, acelera la regeneración celular atenuando manchas y otros signos de envejecimiento cutáneo. Para obtener sus beneficios se puede limpiar la piel y aplicar el aceite puro con ligeros masajes circulares.
Cúrcuma
Esta planta ayuda a producir colágeno naturalmente, lo que previene la aparición de signos de envejecimiento. Ofrece efectos antiinflamatorios y antisépticos que aportan para cuidar la piel, según información de la Clínica de Medicina Estética, de España, en su página web. Una de las formas de consumirla es en infusión, pero también agregándola a preparaciones gastronómicas.