Vida Moderna
Cinco posturas de yoga que reducen el dolor de espalda
Si el dolor se vuelve recurrente y demasiado intenso, es conveniente acudir a un especialista médico.
El dolor de espalda puede aparecer inesperadamente y afectar a las personas en cualquier momento de sus vidas. De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, este puede variar en su intensidad y duración, por lo que se le considera agudo si dura un par de días o semanas; o crónico cuando completa más de tres meses.
Por lo general, los dolores agudos desaparecen por sí solos luego de un tiempo, sin embargo, en caso de que el dolor sea severo y no muestre mejoría luego de tres días, es recomendable acudir a un especialista para examinar el caso.
Los tratamientos para aliviar el dolor de espalda varían de acuerdo a los factores que los estén causando, en ese sentido, incluyen alternativas como las compresas frías o calientes, ejercicio, medicamentos e incluso cirugía.
Posturas de yoga para aliviar el dolor de espalda
El yoga es una práctica que tradicionalmente ha sido adoptada para establecer una conexión entre cuerpo, respiración y mente, llegando -en ocasiones- también al campo espiritual. Desde el punto de vista netamente físico, las posturas y ejercicios del yoga pueden ofrecer varios beneficios para la salud, como mejorar la flexibilidad, fortalecer grupos musculares, reducir el estrés, entre otros.
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De acuerdo con el portal Shamagazine, las posturas del yoga pueden ser de utilidad a la hora de aliviar el dolor de espalda, no obstante, se sugiere consultar previamente con un médico para definir cuál es la causa de la dolencia y así definir el tratamiento adecuado.
Con el objetivo de aprovechar los beneficios del yoga, el portal citado reseña algunas posturas que podrían ayudar al momento de reducir el dolor de espalda.
Postura gato-vaca
Para realizar este ejercicio, se deben apoyar las manos y rodillas en el suelo, de manera que el rostro mire hacia abajo y la espalda esté recta. Las parte superior del pie debe estar pegada al suelo. Esta será la postura inicial. Luego, se llevan la cabeza y los glúteos hacia atrás, de manera que el vientre vaya en dirección opuesta (hacia el suelo). El siguiente paso consiste en realizar el movimiento opuesto, llevando la cabeza hacia el suelo y arqueando la región lumbar hacia arriba.
Este ejercicio, según destaca Shamagazine, activa los músculos del abdomen y promueve la relajación. Se puede realizar por lo menos cinco veces, inhalando y exhalando entre cada postura.
Perro cabeza arriba
Es una de las posturas más comunes en el yoga. Para ejecutarla, se parte de una posición en la que la persona se tumba en el suelo boca abajo, luego, se arquea la espalda de manera que la mirada y el pecho apunten hacia el frente. Las piernas deben permanecer rectas y ligeramente deparadas del piso, mientras que los brazos también sirven de apoyo para mantener la postura deseada. Las manos deben estar en línea con los hombros.
Esta postura ayuda a aliviar el dolor en la zona lumbar y estirar la columna.
Perro cabeza abajo
Partiendo de la posición de perro cabeza arriba, se apoyan firmemente los pies en el suelo y se llevan los glúteos hacia arriba. Los brazos, por su parte, deben estirarse en diagonal, intentando que queden por detrás de la cabeza. En la postura final, la mirada deberá apuntar hacia los tobillos, de manera que el cuerpo forme una especia de ‘V’ al revés.
Torsión de columna
La ejecución de este ejercicio implica sentarse en el suelo y extender una pierna mientras que la otra de dobla al lado de la pierna contraria, de modo que la rodilla sirva de soporte para apoyar el brazo y girar la espalda. Por ejemplo, si la pierna derecha está flexionada, será el brazo izquierdo el que se apoyo en la rodilla, de modo que la espalda gire hacia esa misma dirección.
Postura del niño
Finalmente, Shamagazine recomienda una de las posturas más sencillas pero efectivas del yoga. Consiste en apoyar las rodillas en el suelo, de modo que la parte superior de los pies quede pegada al piso. Luego, se debe llevar el pecho hacia el suelo, estirando los brazos hacia el frente y dejando las palmas contra el suelo. En la posición final, la frente deberá tocar el piso.